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El espeluznante asesinato de Mario Oliver, exnovio de Estefanía de Mónaco
El exmodelo y empresario fue localizado sin vida en su domicilio de República Dominicana después de que unos atracadores asaltaran su casa
El nombre de Estefanía de Mónaco ha vuelto a sonar con fuerza en la prensa internacional tras conocer que su expareja, Mario Oliver Jutard, fue asesinado hace unos días por unos atracadores en su mansión de Las Terrenas, ubicada en la República Dominicana, concretamente, en la provincia de Samaná. Tal y como recogen varios medios locales, el empresario podría haber sido la principal víctima de un atraco llevado a cabo «con furia y ensañamiento», que no solo propició su muerte, sino también que los asaltantes se llevaran varios objetos de valor como una caja fuerte y varios relojes de alta gama.
Los informes forenses que han trascendido hasta la fecha señalan que Jutard ya fue encontrado sin vida en su propiedad por varios policías de la zona, quienes se trasladaron al lugar tras recibir un aviso. Los médicos no pudieron hacer nada por él, pues presentaba un traumatismo craneoencefálico y varias señales de estrangulamiento y compresión manual en el cuello.
Por el momento, no son más los datos que han visto la luz sobre el terrible suceso. Sin embargo, todo parece apuntar a que en las próximas horas se irán esclareciendo nuevos detalles derivados de una investigación que, todavía, continúa abierta. También están pendientes de transcender los resultados de la autopsia que se le ha practicado al denominado ‘tarzán de Marsella’, cuyos restos mortales se encuentran en el Instituto Forense de San Francisco de Macorís.
Mario Oliver Jutard, nacido en Francia en el seno de una familia humilde, saltó a la fama a raíz de la relación sentimental que mantuvo con Estefanía de Mónaco en los años 80. Llamó la atención de los medios de comunicación, más allá de por su romance con la hermana del Príncipe Alberto, por el estatus social que ocupaba y que tanto le alejaba de la hija de los Príncipes Raniero III y Grace Kelly, ya que, aunque por aquel entonces esta se dedicaba al mundo de la música y del diseño, no dejaba de ser una Princesa emparejada con un modelo, dj, portero y camarero muy vinculado a la noche de Los Ángeles, donde llegó incluso a ser acusado de violar a una joven universitaria de 19 años junto a un amigo. Sin embargo, él siempre lo negó alegando que la relación sexual había sido consentida.
Además, otra de las grandes diferencias que compartía con Estefanía era la edad. Oliver era 14 años mayor que ella y había estado casa previamente con María Kelly, una doble de Hollywood a la que conoció en Los Ángeles, y con Diane Molina, de quien se divorció en 1984. Esto también sirvió de aliciente para que el Príncipe Raniero no terminase de verlo con buenos ojos. Pese a ello, desde 1986, ambos compartieron un romance de lo más apasionado que los llevó a dejarlo todo para vivir unos meses de convivencia en Beverly Hills. Se convirtieron en la pareja más fotografiada del momento y era tal la complicidad que derrochaban en cada una de sus apariciones públicas, que incluso se llegó a pensar que la hija pequeña de Grace de Mónaco por fin había logrado encontrar la estabilidad. Pero el fin de su relación no tardó en llegar. Tras dos años de noviazgo, decidieron continuar sus vidas por separado.
Mientras la Princesa continuaba probando suerte en el amor con Ron Bloom y Jean Yves Lefur, llegando a pasar por el altar hasta en dos ocasiones, Mario Oliver prefirió centrarse en su faceta empresarial hasta llegar a convertirse en un empresario de éxito al frente de negocios dedicados, en su mayor parte, al ocio nocturno.