Rafa Nadal se sincera sobre los duros momentos vividos durante el embarazo de Mery Perelló

Han pasado casi dos meses desde que Rafa Nadal y Mery Perelló dieron la bienvenida a su primer hijo, un niño al que decidieron llamar Rafa Jr. y que vino al mundo pocos días antes de que la pareja celebrara su tercer aniversario de bodas. Desde entonces, poco se ha sabido de la feliz familia hasta hoy, que ha sido cuando el tenista ha roto su silencio y se ha mostrado decidido a hablar de su paternidad e, incluso, de los momentos más complicados que vivió durante el embarazo de su mujer, dos asuntos que se han visto rodeados de mucho misterio y una absoluta discreción.

El de Manacor ha reaparecido en Buenos Aires, hasta donde ha viajado con motivo de una pequeña gira deportiva que le llevará a visitar países como Chile, Brasil, Colombia, Ecuador y México. Tras recibir el cariño de sus fans de la capital argentina, el mallorquín ha presidido un encuentro con diversos medios de comunicación en el que, acompañado por el tenista noruego, Casper Ruud, ha confesado: «Estoy muy feliz de estar aquí después de varios años y con la ilusión de poder compartir estos días con el público argentino, que es muy entendido en el deporte y muy apasionado. Siempre me han tratado de la mejor manera posible».

Más allá del ámbito profesional, Rafa Nadal también ha encontrado en su primera cita pública en Buenos Aires una oportunidad perfecta para sincerarse sobre su paternidad, algo que, tal y como ha reconocido, es probable que pueda llegar a limitar sus compromisos profesionales de cara al próximo año: «Fui padre hace relativamente poco, no sé cómo me va a afectar en el calendario de 2023, pero hay que adaptarse», ha asegurado.

Del mismo modo, ha querido referirse a lo difícil que ha sido tanto para él como para su mujer todo el embarazo de esta, algo que también le pasó factura a nivel laboral. Las complicaciones que vivió Mery durante los últimos meses de gestación, las cuales la llevaron a ingresar en el hospital, impidieron que el tenista cumpliese con su agenda, tal y como estaba previsto, pues su prioridad fue siempre su propia familia. «He pasado momentos difíciles físicos y momentos complicados en el embarazo de mi esposa. Me hicieron falta partidos en estos últimos meses», ha revelado.

No obstante, después de la tormenta siempre llega la calma, y ahora todo apunta a que la normalidad ha regresado a la casa del mallorquín. Por este motivo, Rafa Nadal vuelve a estar centrado en su gran pasión, la cual ha convertido en su profesión, aunque, eso sí, sin desatender, en ningún momento, ni a su mujer, ni mucho menos a su pequeño: «Estoy con ganas de trabajar y de ponerme en forma. Mi primer objetivo es pasar más tiempo en el circuito real. Voy a trabajar de la manera que creamos que sea conveniente. Con la confianza y la ilusión de seguir adelante», ha añadido.

Esta no es la primera vez que el español ha hablado de esta nueva e ilusionante etapa de su vida en la que se adentró el pasado octubre. Durante el Masters 1000 de París ya confesó lo duro que le va a resultar tener que separarse de su hijo cuando tenga que irse a trabajar, así como la manera en la que tratará de mantener el contacto con él: «Siempre ha sido duro irme de casa para jugar, pero ahora con mi hijo más aún. Es curioso que ya le eche de menos, conociéndole desde hace apenas tres semanas, pero es positivo tener las videollamadas porque puedo ver al pequeño todas las veces que quiera. Así se hace menos duro», explicó.

Este mismo miércoles, el campeón de 22 Grand Slam volverá a demostrar sus grandes dotes deportivas en un partido de dobles mixto que le brindará la oportunidad de compartir pista con Ruud, con quien ya ha disputado un partido de exhibición frente a las Cataratas del Iguazú, y con Gisela Dulko y Gabi, a quien se ha referido con unas halagadoras palabras: «Para mí es una gran ilusión. Sé que es un gran icono dentro de este país y también dentro del mundo del deporte», ha señalado.