Adiós a Borja Moreno, el hombre que devolvió la sonrisa a Matilde Solís tras su separación del duque de Alba

Momentos complicados para el hermano pequeño de Fernando y Carlos Fitz–James Stuart. Tal y como ha anunciado la revista ¡Hola! en exclusiva durante la mañana de este jueves, en los últimos días, Borja Moreno ha recibido una inesperada noticia que jamás habría querido escuchar, la que confirma la muerte de su padre, Borja Moreno Santamaría, a los 55 años y a causa de un infarto de miocardio que sufrió el pasado martes en la finca que su familia posee en la localidad onubense de Nerva, hasta donde se trasladaron los servicios médicos sin poder hacer ya nada por salvar su vida.

Sin duda, un hecho absolutamente devastador que, más allá de haber dejado completamente desolado al joven, también podría haber afectado, en cierto modo, a sus hermanos y a su madre, Matilde Solís–Beaumont y Martínez–Campos, pues para ella siempre ha sido un gran amor con el compartió cinco años de su vida, pese a las múltiples diferencias que pudieran vivir en el pasado y a la nula relación que les unía en el presente desde que su hijo alcanzó la mayoría de edad.

Este es el motivo por el que no resultaría extraño conocer que Matilde y sus hijos mayores acudieron al funeral que tuvo lugar hace varios días y que, como era de esperar, fue celebrado en la más estricta intimidad, ni tampoco que formen parte de los asistentes que dentro de unos días se congregarán en la localidad sevillana de Sanlúcar la Mayor, con motivo de la misa que se ha organizado en memoria del fallecido, pues quizá su prioridad en estos momentos sea apoyar al joven Borja.

Borja Moreno Santamaría era un conocido gestor de fincas sevillano procedente de la familia Moreno Santamaría, formada por sus padres, que fallecieron cuando él tenía 17 años, y sus seis hermanos mayores, que se dedicaba al sector agrícola y ganadero, según consta en su perfil de Linkedn. Saltó a la fama a raíz de conocerse su relación con la exmujer del actual duque de Alba, una mujer 10 años mayor que él a la que conoció en el bar de un hotel. Con ella contrajo matrimonio el 26 de diciembre de 2003 en el Ayuntamiento de la localidad sevillana anteriormente citada, donde este había establecido su residencia oficial, y fruto de su amor nació su único hijo en común, Borja Moreno Solís, de 18 años.

Vivieron cinco años de amor y felicidad hasta que, poco después, empezaron a llegar los problemas. Las diferencias y los enfrentamientos que ambos mantenían les sirvieron incluso para demandarse mutuamente, hasta que finalmente Matilde decidió cortar por lo sano y pedir el divorcio a la que, por aquel entonces, seguía siendo su pareja.

Desde entonces y hasta su muerte, Borja llevaba una vida muy discreta fuera del alcance de los medios de comunicación y que compartía, según la revista ¡Hola!, con una conocida fotógrafa sevillana con la que llevaba saliendo un año y medio. Su pérdida ha generado una enorme sensación de vacío tanto en su hijo como en su pareja, quien parece que se encuentra tan triste y destrozada como el joven desde que fue conocedora de la trágica noticia.