Tres años sin Carlos Falcó: esta fue la última voluntad del marqués de Griñón

Se cumplen tres años del fallecimiento de Carlos Falcó. Cuando apenas llevábamos dos semanas de confinamiento, el clan Falcó se vestía de luto para despedir, dentro de las restricciones marcadas por la pandemia, al marqués de Griñón, quien fallecía a causa del coronavirus a los 83 años de edad, en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid. Se convertía así en el primer rostro conocido que fallecía por la Covid-19, al cual, lamentablemente, le siguieron muchos otros con el paso de las semanas.

Su triste despedida en medio de la gran crisis sanitaria por la que atravesaba todo el planeta dejó entrever la poca relación que mantenía Esther Doña, viuda del difunto, con los hijos mayores del marqués, Tamara, Manolo y Xandra. Estos tres últimos fueron los únicos que acudieron a dar el último adiós a su progenitor, dando mucho de qué hablar la ausencia de Doña, la pareja que estuvo al lado de Carlos Falcó hasta sus últimos días. A pesar de que en un principio todo apuntaba a que habría bastantes problemas a la hora de repartir el importante legado que dejaba tras su muerte el exmarido de Isabel Preysler, lo cierto es que no ha sido así.

La revista ¡Hola! reveló algunos de los detalles más significativos de la repartición de la herencia de Falcó. Un amigo íntimo del marqués de Griñón fue designado como albacea, el cual se encargó de hacer cumplir las últimas voluntades del fallecido. El primer paso fue calcular el valor total de todos los bienes que se encontraban a nombre de Carlos Falcó.

Tras conocer la cifra, Tamara, Xandra y Manuel acordaron con Esther Doña la compra del usufructo de un tercio de las propiedades de su padre a cambio de que renunciara al disfrute de todas ellas. Este acto hizo que, en varios momentos, tanto Tamara como sus hermanos, hayan comentado públicamente lo bien que se portó la malagueña durante la repartición, alabando la buena disposición que siempre ha mantenido en el proceso.

Haciendo un breve repaso a todos los bienes que dejó en herencia Carlos Falcó, sin duda la joya de la corona era el Palacio de El Rincón, una fortaleza del S.XIX situada en Aldea del Fresno y valorada en más de cinco millones de euros. En su repartición, Tamara y Manuel Falcó decidieron comprar la parte proporcional del castillo a sus hermanos, quedando así como los únicos dueños de la finca, con el objetivo de montar un proyecto hostelero en común dentro de sus instalaciones.

Tres años después, aún siguen sin formalizar dicho proyecto, pero los recuerdos de su infancia que engloban esas paredes multiplican su valor para ellos. De hecho, Tamara Falcó ha decidido darse el «sí, quiero» con Iñigo Onieva el próximo 8 de julio allí, haciendo así un especial homenaje a su padre, a quien echará mucho de menos en uno de los días más especiales de su vida.

Carlos Falcó también tenía en propiedad el 33% de la parte del palacio de Mirabel de Plasencia. Lo compartía con su hermano Fernando, quien también falleció durante la pandemia. A día de hoy, esa parte proporcional está a nombre de Xandra Falcó. Por otro lado, la finca de Casa de Vacas, ubicada en la ciudad toledana de Malpica de Tajo, se quedó bajo el nombre de Manuel Falcó. En esta prestigiosa finca se elaboran vinos y aceites de los que el clan se nutre muy a menudo, tal y como quería que se hiciera Felipe Falcó, el abuelo del aristócrata.

Por último, el título nobiliario de marqués ha sido heredado por la hija que tenía en común con Isabel Preysler. Así lo dejó por escrito Carlos Falcó en su testamento, donde señalaba oficialmente que la heredera de dicho reconocimiento sería Tamara Falcó. Cabe destacar que, la hija de la reina de corazones no fue la única en heredar un título nobiliario y es que su hermano Manuel, el primogénito de Carlos Falcó, se convirtió en marqués de Castel-Moncayo, el título de mayor importancia de la herencia de su padre.