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Verónica Alcocer, la primera dama de Colombia que quiso ser monja
Se convirtió a los 22 años en madre soltera ante la negativa de abortar, impuesta por el padre de su hijo
La primera y única visita de Estado a España este 2023 daba comienzo esta semana con la llegada el martes del presidente del Colombia. En una ceremonia de bienvenida ofrecida en su honor, Don Felipe y Doña Letizia le daban la bienvenida en el Patio de Armas del Palacio Real.
En su viaje oficial a España, Gustavo Petro no ha viajado solo, sino acompañado de su mujer, Verónica Alcocer, con quien Doña Letizia pasará los días que duran la visita. Nació en Sincelejo en mayo de 1976 y es la mayor de tres hermanos de una familia adinerada que ha estado activa en la política colombiana en repetidas ocasiones. Su abuelo, Eustorgio Alcocer Navas, fue alcalde dos veces durante el mandato del general Gustavo Rojas Pinilla; y su padre, Jorge Emilio Alcocer, perteneció al Partido Conservador, se mantuvo activo como un importante abogado de la ciudad y hasta el último día fue admirador de Álvaro Gómez Hurtado.
Sin embargo, ella nunca quiso formar parte activa de la política de su país. En su adolescencia, quiso ser monja, pero a los 15 años se enamoró de un compañero de su colegio, por lo que descubrió que debía servir a la comunidad desde otros lugares, pero no desde la vida religiosa. «Me encantaba el servicio y me encantaba rezar. Iba al oratorio con las monjas y me parecía lo máximo», le contó Alcocer a la revista Tiempo el año pasado
Siete años después se convirtió en madre soltera. A pesar de que el padre del bebé quiso convencerla de abortar, ella se negó y dio a luz a Nicolás Alcocer. Fue en ese momento cuando también se inclinó por unas convicciones artísticas que le hubiese gustado llevar al terreno laboral convirtiéndose en artista, pero su padre le negó la posibilidad y la persuadió para que fuese abogada.
Fue gracias a sus estudios en la Corporación Universitaria del Caribe (CECAR) que conoció a Gustavo Petro. En aquel momento, ella tenía un bebé de poco más de un año y ambos cuentan que solo hubo un cruce de palabras, pero siguieron en contacto gracias a un amigo que tenían en común, siendo este el que comenzó a impulsar su noviazgo. A Verónica le llamó la atención su manera de expresarse, su discurso y su inteligencia, y ese mismo año se casó con el líder de Colombia Humana, a pesar de que había 18 años de diferencia de edad y de que él ya tenía tres hijos de un matrimonio anterior. De aquello han pasado ya 22 años y dos hijas en común Sofía y Antonella.
En 2019 su nombre sonó para candidata de la Alcaldía de Sincelejo, pero su candidatura no terminó de ver la luz porque prefirió continuar dedicada al cuidado de sus hijas.
Desde que se convirtió en Primera Dama, en cambio, Alcocer ha mostrado su simpatía hacia otras mujeres a las que le gustaría parecerse como Michelle Obama, de quien dice: «Me parece que fue muy cercana a la gente, muy capaz, sencilla en su trato y en sus maneras». Entre sus referentes, también se encuentran la Princesa Diana de Gales, la Madre Teresa de Calcuta y el Papa Francisco, a quien conoció hace unos años y cuyo encuentro recuerda como una de las experiencias más increíbles de su vida. Su papel diplomático quedará demostrado de forma definitiva el próximo 6 de mayo, pues será la máxima representación de su país en la coronación de Carlos III.