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¿Qué papel juegan los hijos de Berlusconi en su imperio empresarial?
La herencia del líder de Forza Italia asciende a los 6.700 millones de dólares, el tercer hombre más rico del planeta
Silvio Berlusconi, la figura más influyente del último cuarto de siglo en Italia, ha fallecido esta mañana a los 86 años a causa de una infección pulmonar derivada de la leucemia crónica que padecía. El tres veces ministro de Italia había sido ingresado en varias ocasiones estos últimos meses, siendo la última el pasado viernes, cuando ya no pudo más con la enfermedad con la que llevaba tiempo batallando. Para pronunciar el último adiós, se celebrarán dos capillas ardientes, primero en su mansión de Villa Martino de Arcore, y después en la sede de Mediaset. Tras esto, su funeral –que se espera que sea de Estado– tendrá lugar en la catedral de Milán este miércoles.
El patrimonio del hombre que revolucionó las telecomunicaciones será heredado por sus cinco hijos y su última mujer, Marta Fascina. Berlusconi tuvo dos hijos, Marina y Pier Silvio, fruto de su primer matrimonio con Carla Elvira Dall’Oglio. La mayor de todos, una de las 100 mujeres de negocios más poderosas del mundo en 2010 según Forbes, es presidenta de Fininvest y de Arnoldo Mondadori. Está casada con Maurizio Vanadia y tiene dos hijos.
El segundo, es accionista de Fininvest –la sociedad gestora que controla el Grupo Mediaset–, dirige Publitalia, está al mando de RTI –empresa que ejerce todas las actividades televisivas de la cadena– y no solo heredará el patrimonio de su padre, sino también su vinculación a casos de fraude y evasión fiscal en los que también ha estado implicado.
Tras un primer matrimonio, Silvio Berlusconi comenzó una relación con la actriz Veronica Lario que terminó con tres hijos: Bárbara, Eleonora y Luigi. La primera de este segundo matrimonio fue vicepresidenta del equipo del Milan, además de responsable del Consejo de Administración de Fininvest. Su nombre sonó con fuerza en Italia cuando comenzó una historia de amor con el futbolista Alexandre Pato. La segunda es la más discreta de los hijos del político, además de ser la única que no ostenta un cargo directivo. Con residencia en Londres y tres hijos fruto de su matrimonio con Guy Binns, se ocupa de las causas benéficas. Y por último, el pequeño de la familia es administrador de B Cinque y presidente del Consejo de Administración de H14.
Y la última heredera del ex Cavaliere es Marta Fascina, su última pareja desde 2020. Se desconoce cuándo y cómo fue su primer encuentro, pero el nombre de su última mujer comenzó a sonar con fuerza en 2018, cuando apareció por primer vez en dos circunscripciones plurinominales de Campania.
Licenciada en Literatura, empezó a trabajar como jefa de prensa del club de Milán, aunque mucho se ha especulado con que durante su etapa universitaria ya escribía cartas de admiración al líder de Forza Italia. Nunca se unieron en matrimonio, pero sí que celebraron una fiesta para compartir su amor con sus seres queridos. «Lo mío por ti, Marta, es un gran amor. Es algo que nunca antes había sentido. Para mí eres indispensable, imprescindible. Has estado cerca de mí en los momentos difíciles, me has ayudado. Me completas, no podría vivir sin ti, llenas mi vida», dijo Berlusconi.
Y, más allá de sus cinco hijos y su pareja, el italiano estuvo rodeado de sus nietos en sus últimos días: Lucrezia Vittoria, Lorenzo Mattia, Sofia Valentina, Gabriele, Silvio, Alessandro, Edoardo, Leone, Francesco Amos, Ettore Quinto, Riccardo, Flora, Artemisia, Emanuele Silvio y Tommaso Fabio.