El Penitencial, así es la finca extremeña de Felipe González donde reúne a políticos y Reyes

En plena cuenta atrás para las elecciones generales del próximo 23 de julio, ha salido a la luz una información desconocida hasta la fecha. En noviembre de 2021, Felipe González y Alberto Núñez Feijóo pasaron un fin de semana en la finca extremeña del expresidente. Se desconoce cuáles fueron sus planes y el por qué de este encuentro que sucedía en un momento clave para el Partido Popular, justo cuando se derrumbaba por completo el liderazgo de Pablo Casado.

Una información de El Confidencial que ha vuelto a poner sobre la mesa el disparate de la izquierda caviar que cuenta con propiedades de lujo que luchan por el pueblo. Fue en 2012, poco después de su enlace con Mar García Vaquero, cuando Felipe González adquirió una casa de campo de 120 hectáreas, ubicada en un terreno de unas 2.000. Pese a que en un primer momento la finca era conocida bajo el nombre de ‘El Penitencial’, el expresidente del Gobierno decidió cambiarlo debido a la definición del mismo. Un año después, comenzaron la obra de su primer proyecto en común.

Y es que, aunque por aquel entonces el secretario general del PSOE no atravesaba su mejor momento económico -obligado a congelar Tagua Capital por falta de inversiones- no tuvo reparo en desembolsar un millón de euros para conseguir el primer nido de amor con su segunda mujer. La finca, ubicada en la sierra de Guadalupe (Cáceres) pasó de ser una segunda residencia, creada para los fines de semana, a ser el lugar ideal para recibir a los rostros más conocidos de la política (y de la Corona también). Se pudo saber que días previos a la abdicación de Juan Carlos I, el Rey estuvo por la zona en compañía de González.

La casa está decorada con un estilo rústico acorde a la zona, dividida en dos plantas y cuidada por una pareja que trabajan para el expresidente y su mujer, según informó El Mundo en su día. Esta lujosa propiedad se encuentra ubicada cerca de una base militar y un helipuerto, en una zona con mucha vegetación que dificulta su fácil localización. Tanto es así que muchas de las personalidades que han ido de visita han accedido en helicóptero. Entonces, Felipe González iba puntualmente, disfrutaba del campo, se dejaba ver por los bares de Guadalupe, llevaba invitados y compartía con sus amigos su pasión por la caza -que no practicaba, pero asistía como espectador-.

Sin embargo, a raíz de la pandemia, su finca en la sierra de Guadalupe se convirtió en su residencia principal. Felipe y su mujer abandonaron la ciudad para llevar a cabo un retiro voluntario en el campo hasta que llegase la vacuna contra el covid. «Ellos no salen apenas de la finca», confesó una de las hijas de Mar, añadiendo que estaban cuidándose y protegiéndose del virus rodeados de aire puro y naturaleza. Fue entonces cuando el expresidente recuperó su pasión por los bonsáis, y comenzó de nuevo a cultivarlos por la finca. Ahora, se ha podido saber que hasta la finca se han trasladado rostros muy conocidos del ámbito político, como Feijóo, el actual presidente del Partido Popular que está a un paso de la Moncloa.