¿Vestir como Jane Birkin?
Lecciones del estilo actual que nos ha dejado la desaparecida cantante y actriz
Cuando vi la entrevista de Jane Birkin hace unos meses en TV5 Monde, me fue casi imposible reconocer a la maravillosa actriz británica. Sus manos temblaban, sus brazos estaban deformados y hablaba como una abuelita inglesa inofensiva, en lo que perfectamente podría haberse convertido este icono del cool, esta figura que cambió la moda para siempre, dejando en los armarios mucho más rastro que con su propio paso por la música o el cine. Repasamos las claves del estilo que impuso la musa eterna del chic actual más décontracté.
La cesta
Cuando conoció a Serge Gainsbourg, rebelde, inteligente, tímido, extraño y avanzado, ambos se enamoraron perdidamente. Jane comenzó entonces a utilizar cestas para llevar sus efectos personales, como el cepillo del pelo, la billetera, pero también las cosas de Serge, entre las que siempre estaba un gran paquete de Gauloises.
Escotes verticales y transparencias
Jane Birkin podía permitirse escotes hasta el ombligo porque su anatomía, impecable pero discreta de mostrador, se lo permitía. Esto ha marcado la moda más reciente y dio en su día el pistoletazo de salida para los escotes extremos, al igual que ocurrió con los vestidos de encajes o con perforados.
Vaqueros blancos
Fue una de las primeras mujeres famosas en llevar tejanos muy habitualmente y una de las primeras en hacer de los vaqueros blancos su uniforme, un clásico habitual en la actualidad.
Botas y botines
Los botines masculinos en cuero, con cordones y todo, y las botas de mosquetero en ante hasta la rodilla fueron dos accesorios básicos de este icono del chic sesentero que se han integrado después en el armario femenino más clásico.
Las deportivas para salir
Desde los 20 años comenzó a posar y pasear por París con zapatillas de corte deportivo, como las Converse. Ahora que todas hemos adoptado el calzado más cómodo y versátil, ya no parece una osadía haberlo llevado hace 55 años. Pero lo era.
Esmoquin masculino
Adaptado a la mujer por Yves Saint Laurent, un amigo de la actriz, marcó sus actuaciones y presentaciones en la madurez, siempre combinado con una camisa blanca con lazada. Impecable pero normalmente con algún detalle descuidado.
El bolso Birkin de Hermès
Aunque fue la inspiradora de la pieza, acabó a tortas con la casa francesa. Se cuenta, muy posiblemente sea un bulo inventado por la misma marca, que Jean-Louis Dumas, entonces presidente de Hermès y Jane Birkin habían coincidido en un vuelo. Viendo el directivo francés la cesta que llevaba la modelo y actriz, le propuso crear un bolso «comme il faut» para ella, dando lugar al Birkin, una pieza inspirada en las bolsas bajo las monturas hípicas. Tras vender como churros este modelo, Hermès ha llegado a convertirlo en una pieza que plaga el armario de novias de futbolistas, chinas venidas a más o hermanas de la saga Kardashian, quitándole el encanto que tenía.
Pero la actriz epítome del chic relajado y musa de la moda actual, que supo combinar la elegancia francesa con el estilo menos vestido británico, pidió hace 8 años a Hermès que retirasen el nombre de Birkin del más famoso de sus bolsos, puesto que la asociación PETA había declarado que los métodos para quitar la vida a muchos de los animales utilizados para elaborarlos eran crueles. Hermès, que había registrado la marca Birkin en 1997 internacionalmente, dijo que nones. Jane Birkin, probablemente no percibiendo royalties por el bolso, se enemistó con la marca. Es todo un «cortarrollos» que el nombre de los bolsos más icónicos del panorama mundial, lo utilicen a pesar de su dueña. Todo queda en montaje.