Jaime de Marichalar: «Mi hijo ha sufrido tal machaque que se ha tenido que exiliar en Abu Dabi, como su abuelo»
El exmarido de la Infanta Elena habla abiertamente de la persecución mediática que sufren los jóvenes Felipe y Victoria
Esta semana en varios programas de televisión se hacían la misma pregunta: ¿dónde está Froilán? La respuesta la tiene su padre; Jaime de Marichalar y la comparte en El Debate.
Esta semana he coincidido con Jaime de Marichalar viendo cómo 120 drones bailaban sobre la noche de Madrid, justo el día en el que se estaba hablando del paradero de su hijo mayor. Así que después de las preguntas de rigor sobre el estado de salud de cada cual, y más en su caso que se acompaña de un bastón del estilo al que usa su ex suegro, el Rey Juan Carlos «estoy bien y sí llevo el bastón para defenderme (risas)» al decirle yo que parecía el de 007. Más bien lo usa para asegurarse un equilibrio mejor. Eso no le impide llevar una vida normal y viajar a París a la Semana de la Moda desde donde leerá esta crónica y disfruta de la compañía de Victoria Federica, reconocida influencer.
Al exmarido de la hermana del Rey Felipe, no le resultan gratos, y lo dice abiertamente, la mayoría de los periodistas por la tremenda presión a la que ellos se han sentido, y se siguen sintiendo, sometidos y a la impunidad con la que se «dicen todo tipo de mentiras sobre nosotros. A mis hijos los tienen machacados. Y no puedes defenderte, no sirve de nada desmentirlo y no sirve de nada desmentirlo porque no paran de inventarse mentiras. Con Felipe ha sido tal machaque que se ha tenido que exiliar en Abu Dabi porque la presión era insoportable. Aquí no le dejaban vivir y todo se lo inventan así que ha tenido que irse fuera de España».
Y es el propio Jaime el que me cuenta la última mentira propagada «ahora dicen que mi hijo me llamó llorando y desesperado porque quería regresar a España y que me pedía que lo ayudase a volver. Eso es totalmente falso, una mentira como tantas. Felipe está felicísimo y encantado viviendo con su abuelo».
Y como de todo hay que ver la parte buena, elegir residir junto al Rey Juan Carlos, ha sido un acierto para ambos «está feliz porque su abuelo lo cuida mucho y él puede llevar una vida normal allí. Tiene amigos, hay una buena colonia de extranjeros expatriados, trabaja, hace deporte y nadie le persigue. Ha encontrado la paz». Y allí Froilán trabaja en la organización de la Cumbre del Clima que este año la ONU celebra en Dubái. Y es en Emiratos Árabes donde residen abuelo y nieto, el rey Juan Carlos y el inquieto Froilán, cuarto en la línea de sucesión de la Corona española (por detrás de sus primas Leonor, Sofia y su madre doña Elena).
Marichalar, como un padre orgulloso de sus hijos, siempre me ha reconocido que su hijo es inquieto y de pequeño más revoltoso, pero que él lo prefería así a que fuera como una seta sin sangre por las venas.
Una vez terminado el show de los drones y antes de regresar cada uno a su casa, le dije al excuñado del rey Felipe que escribiría sobre todo lo hablado y agradeció el capote «aunque los malos te atacaran despiadadamente porque lo suyo es mentir y machacarnos». Y me recordó la única vez que se defendió de las mentiras en los tribunales, cuando le acusaron de cocainómano, porque era gravísimo y porque a su madre le afectó mucho. Hasta su médico Valentín Fuster testificó en contra de esa acusación pero Jaime Marichalar perdió el caso al considerar la jueza que la libertad de información prevalecía. Ahora su hijo vive exiliado en Abu Dabi feliz porque disfruta de un abuelo que, si estuvieran uno en Emiratos y otro en Madrid, sería imposible acumular esas vivencias. A sus 25 años lo recordará toda su vida.