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Baltasar Garzón y Dolores Delgado se casarán en Madrid
El exjuez de la Audiencia Nacional y la fiscal del Tribunal Supremo pasarán por el altar dentro de dos semanas
Baltasar Garzón, de 68 años, y Dolores Delgado, de 61, han decidido contraer matrimonio después de 30 años de amistad y tres de discreta relación. El que fuera uno de los jueces más mediáticos de España se dará el ‘sí, quiero’ con la exfiscal general del Estado. Fue precisamente su pasión por el trabajo lo que les llevó a conectar de manera inmediata. Comienza así la cuenta atrás para que se conviertan en marido y mujer. Será el próximo 3 de diciembre cuando tendrá lugar la ceremonia, tal y como ha indicado LOC.
Lejos de hacer una celebración por todo lo alto, la pareja ha apostado por algo más discreto y se llevará a cabo en la más estricta intimidad, siguiendo la línea en la que han mantenido este tiempo su noviazgo. La cita en la que sellarán su amor tendrá lugar en su casa, la que compraron juntos a las afueras de Madrid. Acudirán al enlace los hijos de ambos y, una de las invitadas más especiales será la madre de Baltasar Garzón.
Garzón y Delgado formalizaron su noviazgo en septiembre de 2020, pero fue en junio de ese mismo año cuando comenzaron una vida juntos. Su amistad venía de lejos, exactamente se conocen desde 1993 cuando ella fue asignada como fiscal al Juzgado Número 5 de la Audiencia Nacional del que era el titular, pero, finalmente triunfó el amor. Información que surgió a raíz de unas fotografías en las que aparecían juntos en el aeropuerto de Fiumicino, tras pasar unos días en Roma (Italia). Durante aquella escapada fueron vistos cenando en una actitud acaramelada en la trattoria Bacco in Trastevere, uno de los barrios más bohemios de la ciudad eterna.
Sobre su pasado se sabe que Dolores Delgado se estaba separando de Jordi Valls Capell, ex directivo de El Corte Inglés y fotógrafo profesional de paisajes, dos años antes de salir a la luz su idilio. Con él llevaba casada desde 1986 y son padres de dos hijos en común. Por otra parte, la relación de Baltasar Garzón con su mujer, la bioquímica Rosario Molina, aún se mantenía y no fue hasta 2021 cuando firmaron su divorcio. Año en el que disolvieron definitivamente su sociedad conyugal y Molina se quedó con la casa familiar de Pozuelo de Alarcón, en la capital, hogar que en su día custodiaba la Guardia Civil debido a las acciones de alto riesgo como juez de la Audiencia Nacional.
Pese al momento de felicidad que suponen este tipo de uniones, se produce en un complicado contexto para la novia. El pasado 21 de noviembre, el Tribunal Supremo anuló su ascenso a fiscal de la Sala de lo Militar, lo que supuso un duro golpe para ella. Por el momento, se desconoce cómo afrontan los protagonistas de esta historia el que será uno de los días más felices de sus vidas. Sin embargo, todo parece indicar que seguirán optando por la misma fórmula de siempre, la del hermetismo en todo a lo relacionado a su esfera más personal.