Exclusiva: sumario del hijo de Rodolfo Sancho
Edwin Arrieta a Daniel Sancho horas antes de morir: «Eres un enojón. Te debo querer mucho»
El Debate accede al sumario completo de la investigación del asesinato del cirujano plástico
El sumario recoge capturas de las conversaciones que Arrieta y Sancho mantuvieron horas antes de la muerte del cirujano plástico. Edwin estaba llegando en barco a la isla donde acabaría muriendo y en el muelle le esperaba su ilusión: Daniel Sancho. Esta es la conversación que sostuvieron:
Daniel: ¿Vas en esa lancha? ¿Te agarraste un barco privado? Jajajajajajajajaja. Menudo sinvergüenza
Edwin: JJajjaja. Voy a dar una vuelta primero Te aviso cuando vaya para que salgas.
Daniel: Chiqui, ¿entonces a qué hora te espero en el puerto?Ya estoy aquí esperando. Porque supuestamente llegabas en 20 minutos
Edwin: Ve a dar una vuelta 14:41
Daniel: Joder ¿Pero a dónde vas? No entiendo. ¿A dar una vuelta por dónde? Pero si está lloviendo.
Edwin: Por el mar.
Daniel: Ah fenomenal. Llegas y te vas a hacer un plan tú solo. Y yo aquí esperándote en el puerto
Edwin: Jajaja. Eres un enojón. Jajaja
Daniel: Es que te estoy esperando iwueputaaaaaa.
Edwin: Jajajaja.
Daniel: Llueve. Y ademas ando corto corto d batería
Edwin: Chiqui, tengo que quererte mucho para esta travesía
Daniel: Pero bueno estoy aquí. No tiene pérdida. Sigues la salida del puerto hasta llegar a un arco muy grande dorado. Y ahí giras a la izquierda. No me dejan entrar con la moto allí. La tengo aquí fuera.
Edwin: Dale.
Daniel: Chiquiiiiii. Llega ya iwueputaaaaa.
Edwin: Está lloviendo.
Daniel: Mazo. Tenemos que esperar un poco para movernos. Nos tomamos algo aquí. En los restaurantes que hay nada mas salir del puerto.
Arrieta le manda un selfie.
Daniel: Esta parando. Koh Pangan te va a recibir abriéndose el cielo.
Edwin: Sí, son bendiciones.
Sancho manda un selfie
Edwin: Llegué. Ya me voy a bajar. Que lindoo (respondiendo al selfie de Sancho).
Daniel: Me quedo sin baaaaat. Date prisa. En cualquier caso no tiene pérdida. Estoy aquiiiii.
Finalmente los dos se encuentran. Edwin se monta en la parte de atrás de la moto y los dos acuden juntos al hotel. Después del asesinato y para generar una coartada, Daniel escribe mensajes al cirujano plástico, aunque sabe que está muerto y no obtendrá respuesta. Son casi las dos de la mañana en la isla.
Daniel: Chiqui, ¿dónde estás? Estoy con una volada terrible. ¿A donde te has ido? Tengo poca batería y no me cargan esto en ningún lado. ¿Dónde estás? No puedes irte así. ¿Qué cojones haces?
Pasan dos horas: son casi las 4 de la mañana. Daniel sigue generando pistas falsas.
Daniel: Chiqui, ¿dónde estas? Estoy muy muy preocupado. Hace horas que no te veo. ¿Te has metido en la locura máxima de haad rin? Llevabas todas tus cosas, la plata, el móvil... Chiqui, por favor, tienes que responder. Voy a tener que llamar a la policía.
Una hora después, las cinco de la mañana, Daniel continúa con su plan.
Daniel: Voy para el hotel. Chiqui, por Dios, espero que estés ahí y que simplemente hayas perdido el móvil o la bolsa. No entiendo nada. Tengo miedo. Había venido a buscarte a la playa que estuvimos antes. Porque era el lugar que conocías. Pero seguro no recuerdas el nombre y menos en este estado. No estabas en el hotel. No estás en el otro hotel. Dios chiqui. Has desaparecido demasiadas horas. ¿Qué cojones hago? No tengo a quién contactar.
Estos mensajes los recuperó la policía tailandesa del móvil de Daniel Sancho poco después de que él español confesara su crimen. Precisamente estamos traduciendo la primera confesión de Daniel Sancho que publicaremos a la una de esta tarde.