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Así es la relación de Camila y Guillermo, las caras visibles de la corona tras la baja de Carlos III

El Príncipe de Gales no olvida que Camila fue la que rompió el matrimonio de sus padres

El eterno aspirante al trono de su madre, Isabel II, que llegó al cargo hace apenas un año y medio con edad de jubilarse, se enfrenta un cáncer desconocido que ha trastocado la maquinaría de reloj suizo con la que funciona la monarquía británica. Carlos III, en un claro ejercicio de transparencia, desveló su enfermedad, descubierta a tiempo y a la que todavía no ha puesto nombre ni tratamiento.

De momento no hay nada que haya cambiado tras su repentina baja. El monarca continúa recibiendo sus famosas cajas rojas con documentos oficiales y trabajando de puertas para adentro en la firma de leyes y el recibimiento de políticos. No así de forma pública, donde su mujer y su hijo se han convertido en las caras visibles de la monarquía británica.

Con Kate Middleton también fuera de la ecuación por su desconocida operación abdominal parece de recibo que sean la reina consorte y el próximo heredero quiénes asuman las obligaciones reales. Ellos serán los encargados de ahora en adelante de inaugurar hospitales o escuelas, ir a conciertos, ferias de agricultura, automoción, apadrinar eventos o ceremonias diplomáticas.

Pero, ¿lo harán al mismo tiempo? Una de las imágenes más comentadas de ambos en los últimos tiempos se produjo precisamente en la proclamación oficial. Los focos captaron el gesto que el Príncipe de Gales hizo a la Reina consorte Camilla, guiándola antes de que firme el acta que declara a como Rey. Un ademán que ponía de manifiesto cómo ha cambiado la relación que les une, que no siempre ha sido tan cercana como ahora parece.

Carlos III y la Reina Camila, el pasado 4 de febreroGTRES

En sus inicios siempre fue «la otra», «la mujer que rompió el matrimonio entre Carlos y su adorada madre». El Príncipe Guillermo se negó a que su padre tuviese una relación con ella, sobre todo después de que en 1993 las principales cabeceras inglesas publicasen unos audios ilegales en los que el futuro Rey no hay más que decirle vulgaridades a su amante. Sus hijos tenían por entonces 11 y 9 años, pero eran los suficientemente listos para saber lo que ocurría.

«Entonces no éramos totalmente conscientes de lo que pasaba en su matrimonio, pero la intuición funcionaba. Sabíamos que había otra mujer porque sufríamos los daños colaterales de su presencia en nuestra vida privada», escribe el duque de Sussex en su libro En la sombra. Cuando supieron el nombre y apellidos del germen de su tormento, «se sintió tremendamente culpable por no haber hecho nada, por no haber dicho nada, mucho antes».

Los Príncipes de Gales junto a los Reyes Carlos y CamilaGTRES

La situación no fue a mejor a medida que pasaban los años. Lidiar con la trágica muerte de su madre y las críticas continuas al affaire de su padre solo provocaron una mala opinión de ella. Tanto Guillermo como Harry desaprobaban la relación e, incluso, le pidieron que no se casaran. «No pensamos que fuera necesario. Pensamos que iba a causar más daño que bien. Ya estaba con ella, eso era más que suficiente», reveló el exduque de Sussex en una entrevista en el programa 60 minutes.

Pese a ello, se vio obligado a integrar a Camila en la parte oficial de la familia. Mientras el Príncipe Harry se esforzaba por no tener ningún tipo de relación con ella en eventos o reuniones familiares, su hermano y Kate Middleton lo tiñeron todo de una falsa cercanía y cordialidad. Guardan las formas tanto en público como en privado, intentando obviar una realidad más que palpable y dolorosa: que Carlos lleva con Camila bastante más años de que los estuvo con la Princesa Diana.

En el último jubileo de la Reina Isabel II ya se les vio conversar de forma animada en varios actos públicos, por lo que la situación podría repetirse de ser necesario. Si hay algo que los británicos no ponen en duda es la educación y el compromiso del futuro Rey con la corona.