El cumpleaños más amargo de Pedro Sánchez

Puede que sea lo único de lo que presuma hoy, pero Pedro Sánchez celebra su cumpleaños el mismo día que nació. Parece una obviedad, pero teniendo en cuenta que nació un 29 de febrero, es algo que solo es capaz de hacer una vez cada cuatro años. En el caso del líder del PSOE, son ya 52 velas las que sopla este jueves, aunque si solo contáramos los años bisiestos estaría cumpliendo apenas 13.

Una cifra adolescente que bien demostraría su peculiar actitud en política en los últimos años... y la mala suerte que conlleva este número a juzgar por el fracaso de su partido en las elecciones gallegas y el reciente estallido del caso Ábalos. La polémica le está salpicando directamente, convirtiendo su cumpleaños en el más amargo de su mandato desde que lo echaron en 2016 de la Secretaría General del PSOE.

Su desayuno de cumpleaños, de hecho, estaba aderezado por los tintes corruptos de su partido traspasando las puertas de la Moncloa. La implicada, ahora, es Begoña Gómez, tras hacerse público que el comisionista del Ministerio de Transportes, Víctor de Aldama, y el consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, se reunieron presuntamente en 2020 con la mujer de Pedro Sánchez para presentarle oportunidades de negocio y tratar de conseguir su respaldo.

Lejos de gozar de tranquilidad el resto del día, a la hora del aperitivo se publicaba que el Tribunal Supremo acepta investigar a Puigdemont por terrorismo. La decisión se produce a seis días de que termine el plazo para que PSOE y Junts lleguen a un acuerdo en el Congreso respecto al alcance de la amnistía prometida Pedro Sánchez a cambio de los votos de los diputados de Puigdemont a la investidura como presidente del Gobierno.

Unos regalos de cumpleaños agridulces que llegan después de que Sánchez exigiese a Ábalos su dimisión, una palabra que parece escocerle pronunciar al presidente, pero que su vocabulario tendría que empezar a barajar si no puede apagar el fuego y la crisis interna de su partido. En caso de suceder lo que muchos llegan esperando, Sánchez debería buscar un oficio más allá de la política. Incluso podría seguir el curso de Pablo Iglesias y retomar las clases universitarias de economía en su juventud.

Sánchez estudió bachillerato en el instituto Ramiro de Maeztu de Madrid, donde fue jugador de la cantera del club de baloncesto Estudiantes. «Recuerdo aquella etapa como una de las mejores de mi vida, porque aprendí la importancia del trabajo en equipo, la constancia y la dedicación que te exige la práctica de cualquier deporte», explica su perfil de LinkedIn. «Aprendí a esforzarme hasta ese momento en el que el árbitro pita el final del encuentro».

Poco después, accedió al grado de Ciencias Económicas y Empresariales en un centro universitario privado, el Real Centro Universitario María Cristina de El Escorial, ubicado en San Lorenzo del Escorial, un centro adscrito a la Universidad Complutense de Madrid. Terminó la licenciatura en 1995, pero, en lugar de continuar su trayectoria académica, comenzó el servicio militar en Cáceres, en el año 1996, terminándolo en el Servicio Geográfico del Ejército del madrileño barrio de Campamento.

Posteriormente, cursó dos estudios de posgrado: un Máster en Economía de la UE por la Universidad Libre de Bruselas y Diplomado en Estudios Avanzados de Integración Económica y Monetaria Europea por el Instituto Universitario Ortega y Gasset. También, en 2012, Sánchez se doctoró en Economía por la Universidad Camilo José Cela con una tesis titulada Innovaciones de la diplomacia económica española: análisis del sector público (2000-2012). En esta misma universidad, además, ejerció de profesor de Estructura Económica e Historia del Pensamiento Económico.

Sin embargo, sus primeras experiencias laborales fueron como asesor en el Parlamento Europeo, con la socialista Bárbara Dührkop, y como miembro del gabinete del Alto Representante de Naciones Unidas en Bosnia Herzegovina durante la Guerra de Kosovo. A su vuelta a España, ejerció como Director de Relaciones Internacionales en la OCU y Asesor de Economía de la CEF del PSOE.

En su currículum, más allá de su andadura política, consta haber ejercido de consultor asesorando a empresas extranjeras, tal y como se explica en su perfil de LinkedIn. Sin contar, además, que apareció en televisión en el programa Moros y cristianos que presentaba Xavier Sardà, que le plantó el micrófono delante y Sánchez, desde la grada donde estaba como público, defendió sus argumentos con pasión.