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La obsesión de Begoña Gómez por los focos y el primer plano
A la mujer de Pedro Sánchez parece gustarle tanto como a él la falta de discreción y el protagonismo absoluto
Que es una amante incondicional de la moda no es ningún secreto. Como tampoco lo es, su comodidad frente a las cámaras y el foco mediático. Desde que se convirtiera en primera dama en 2018, Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez, ha hecho numerosas apariciones en público, ya sea junto al político o en solitario. Un perfil que contrasta, y mucho, con su antecesora, la cónyuge de Mariano Rajoy, Elvira Fernández, a la que le caracterizaba ser una mujer muy discreta.
Solo esta semana, Begoña ha protagonizado dos actos. El martes, la mujer de Pedro Sánchez se dejó ver, acompañada de su marido, en la presentación de la nueva colección de Devota & Lomba, que tuvo lugar en el Ateneo de Madrid, con motivo del inicio de la Semana de la Moda de Madrid. Dos días después, el pasado jueves día 15 de febrero, la bilbaína acudió al desfile de Pedro del Hierro que se celebró en IFEMA. Esta vez, sin Pedro Sánchez.
Begoña Gómez tiene 43 años y, aunque nació en Bilbao, se crio en el sur de la provincia de León. Concretamente, en la localidad de Valderas. Estudio Marketing en la ESIC Business & Marketing School, en Madrid, y posteriormente, hizo un máster en Administración de Empresas que le ha permitido realizar labores de asesoramiento en ONGs como Oxfam Intermón, Amnistía Internacional o Anesvad. Asimismo, antes de su llegada a Moncloa, Begoña trabajó como directora de consultoría en externalización comercial en el Grupo Inmark.
Actualmente, Begoña es codirectora, junto a José Manuel Ruano de la Fuente, de un nuevo máster de la Universidad Complutense de Madrid sobre Transformación Social Competitiva. Un cargo que le permite cumplir con sus otros quehaceres como esposa del presidente del Gobierno y disfrutar de sus aficiones a ojos de la crónica social.
A Begoña la conocimos en la presentación oficial de Pedro Sánchez como candidato a la presidencia en el año antes citado y lo cierto es que ya entonces sobrevolaron sobre su figura acusaciones de protagonismo y críticas sobre su falta de discreción para con su relación sentimental.
Prácticamente desde que comenzó la andadura política de Sánchez, la pareja ha sido fotografiada paseando de la mano por la calle, asistiendo a múltiples eventos fuera de la agenda oficial de Sánchez y atendiendo a la prensa congregada en el lugar, o dedicándose algún gesto cariñoso incluso en el Hemiciclo del Congreso de los Diputados. Todo ello, impensable en Viri –como llaman a la esposa de Rajoy sus allegados–, que en todo momento optó por la discreción y una meditada ausencia pública, quizás, porque comprendió su papel desde la sombra.
De hecho, en una ocasión, Rajoy confesó que a Elvira no le gustaba la política y, mucho menos, estar en el foco público. «Viri quería irse de la Moncloa, la política nunca le gustó. El estar en el foco público es lo más duro, que todo se sepa, se mire, se cuente (…) Es lo más duro de la política y supongo que eso le pasará a todos los que sean un personaje público», fueron sus palabras.
A Begoña, en realidad, parece no importarle si, a lo anterior, sumamos todas las veces que Gómez ha participado en la televisión. La mujer de Sánchez ha aparecido en algunas de las entrevistas que ha hecho su marido en la pequeña pantalla, como en Planeta Calleja o con Ana Rosa Quintana o Susanna Griso, y ha mostrado su lado más cercano al confesar algunos de sus secretos más íntimos junto a Sánchez. «Es muy romántico. Me ha escrito cartas de amor. Lo tengo todo guardado en un baúl pequeño de madera», declaró en una ocasión.
Begoña Gómez y Pedro Sánchez se conocieron en el año 2003 en una fiesta que organizó un amigo en común de los dos en un chalet de Las Matas, situado en la parte noroccidental de la Comunidad de Madrid, tal como contó el presidente en el programa de Bertín Osborne, Mi casa es la tuya. «Me enamoré con 31 perdidamente de mi mujer. Fue en la casa de un amigo mío en una fiesta de cumpleaños. Tuve que empeñarme mucho unas cuantas veces, Me lo puso difícil», dijo.
Tres años después, en 2006, la pareja se casó por lo civil en el Ayuntamiento de Madrid, en un acto que ofició la exministra Trinidad Jiménez. El matrimonio tiene dos hijas, Ainhoa, que nació en 2005, y Carlota, que llegó al mundo en 2007.