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Las cartas de amor de Pedro Sánchez a Begoña Gómez
Confesó que el presidente, con el que acostumbra a pasear por el campo en bici, es muy detallista y romántico
Este lunes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentaba su segundo libro bajo el título Tierra firme. Junto a él, como en todos los actos relevantes del político tanto a nivel profesional como a nivel personal, se encontraba su esposa y madre de sus dos hijas, Begoña Gómez. La esposa del líder socialista se ha consolidado, a sus 48 años, como un gran apoyo en su día a día, tal y como demostraba hace menos de un mes en su investidura, en la que incluso se le escaparon algunas lágrimas de emoción.
Acompañando orgullosa siempre a su marido, Begoña Gómez ha acudido esta mañana al madrileño Círculo de Bellas Artes con un estilismo a juego con la portada del último libro de Sánchez. Así, con un traje compuesto por una chaqueta, una falda lápiz en color marrón y una camisa verde, tonos que dan forma a la presentación de la obra, la mujer del presidente del Gobierno ha seguido de cerca el coloquio donde ella misma ha sido una de las protagonistas. Y es que el socialista, muy discreto en lo que a su vida privada se refiere, se ha pronunciado sobre el papel de su mujer en la actualidad.
«La vida de la pareja de un político es muy difícil, porque al final acaban expuestos, en el caso de Begoña expuestas, a una crítica política. Porque efectivamente tiene una finalidad política, que es erosionar a tu pareja, y Begoña no tiene las herramientas de la política para poder defenderse», explicaba Pedro Sánchez en una charla junto a Jorge Javier Vázquez y Ángeles Caballero, que han ejercido como maestros de ceremonia en la presentación de Tierra firme. Además, el presidente ha asegurado que intenta que todo esto no afecte al fuerte vínculo que mantiene con su mujer, con la que se casó en 2006.
Para ello, Sánchez ha declarado que hay que armarse de paciencia, establecer una coraza y tener mucha complicidad en la relación que tiene con Begoña Gómez, a la cual ha definido como compañera. Así mismo, en su libro confiesa que con ella comparte la afición por el deporte y que ambos salen a montar juntos en bici y a dar paseos por el campo. A ello se suma su afición por la lectura, de lo que suelen conversar a menudo.
Gómez ha comentado en alguna ocasión que su marido es un «romántico» y muy detallista. En el programa Dos días y una noche confesó que le había escrito cartas de amor que aún guarda en un baúl de madera. «Tiene muchos detalles», explicaba. «Incluso cuando te ve un poco agobiada por el trabajo y demás te propone salir a cenar o te prepara un momento especial».
Con estudios de Marketing, Begoña nació en Bilbao en 1975 pero se crio en León antes de mudarse a la capital. Junto a Pedro Sánchez es madre de Ainhoa y Carlota, de 18 y 16 años respectivamente, a las que el presidente del Gobierno asegura que no ve todo lo que le gustaría por su profesión. «Pero hay un pequeño ritual familiar que intento respetar, no importa en qué parte del mundo me encuentre», indica en su libro. Y este consiste en que, cada mañana, a través del grupo de WhatsApp que tienen, les envía un enlace a sus hijas.
Aclara que puede ser sobre una noticia de ciencia o de cultura, una canción que ha escuchado, el último tema de un cantante que les gusta a todos o de un grupo que acaba de descubrir, a lo que Ainhoa y Carlota responden siempre a su padre con música. «A menudo intercambiamos listas de Spotify. Disfruto descubriendo lo que escuchan. Siento que me acerca a ellas, me conecta con las generaciones jóvenes y me hace tener la mente abierta a las novedades», destaca. Con ellas, además, comparte gustos musicales como Rosalía o Sen Senra.
Y no es la única confesión personal que hace en su libro. También habla sobre su mujer, que la actualidad codirige un máster de la Universidad Complutense sobre Transformación Social Competitiva: ODS como estrategia. Y es que, para él, un día perfecto consiste en levantarse tarde, hacer algo de ejercicio con Begoña y comer con su familia una paella, una fabada o un salmorejo, ya que los domingos, apunta, tienen la costumbre de almorzar todos juntos.