La boda de Almeida: 1.000 invitados, un Cristo crucificado y 50 metros hasta el altar
El alcalde dará el «sí, quiero» a Teresa Urquijo en la iglesia de San Francisco de Borja, en la calle Serrano
José Luis Martínez Almeida, Madrid, jueves 17 de abril de 1975, se licencia en derecho en la Universidad Pontificia de Comillas en 1998 –el año que su novia cumplía dos años– y es abogado del Estado desde 2001. Tiene un Mercedes Clase A y una moto Yamaha. En 2008 se compró un piso, aún paga hipoteca y disfruta de dos inmuebles más por herencia. Dispone de un seguro de vida de 300.000 euros y de un sueldo bruto anual que ronda los 113.000 euros. Es alcalde de Madrid, por segunda legislatura seguida y, por tanto, empleado público, de ahí que su situación económica sea desahogada.
Por el contrario, Teresa Urquijo, Madrid, martes 8 octubre de 1996, la novia del alcalde, se licencia en Derecho y administración de empresas en ICAI/ ICADE cuando su novio José Luis llega por primera vez a la alcaldía en 2019. Desde hace cuatro años trabaja en una empresa privada de gestión de propiedades inmobiliarias. Tiene casa, trabajo y ganas de formar una familia, más pronto que tarde.
Los dos son antiguos alumnos de los jesuitas. Una excelente coincidencia para elegir casarse en la Parroquia de San Francisco de Borja, apodada «la iglesia de los jesuitas». Sin desmerecer el hecho de que la abuela de Teresa, la princesa de las Dos Sicilias, sea vecina y viva enfrente del complejo religioso. Justo en la calle Claudio Coello, donde ETA mató al general Carrero Blanco, que precisamente salía de escuchar su misa matinal en esa parroquia. La iglesia escogida por el alcalde madrileño para casarse pertenece a la Vicaría 2 de la archidiócesis de Madrid y está encomendada a la Compañía de Jesús. Es un templo que celebra bodas sólo los sábados y, últimamente, algún viernes. Los funerales son más habituales porque se ofician de lunes a viernes y hay semanas que tienen cuatro y hasta cinco. De los últimos multitudinarios, el del empresario Fernández Tapias. En cambio, bodas nunca hay más de dos la misma semana. El alcalde madrileño y su novia tuvieron suerte y pudieron adaptarse al sábado 6 de abril, que milagrosamente quedaba libre. Han ido varias veces a la parroquia y han sido un ejemplo de normalidad, dadas sus circunstancias: «No han pedido ningún tratamiento especial en ninguno de los aspectos de la celebración. Han organizado su boda como otras muchas parejas».
La parroquia cuenta con tres párrocos que trabajan in solidum y se ubica dentro de un complejo de edificios construidos entre los años 1946 y 1950 como Residencia profesa de la Compañía de Jesús en Madrid. Linda con tres calles: Serrano, Maldonado y Claudio Coello. El acceso principal lo tiene por Serrano 104, justo enfrente de la embajada de los Estados Unidos, bien protegida permanentemente por un par de tanquetas de la Policía Nacional. Y el sábado más alerta aún ante la masiva llegada de prensa, autoridades, e invitados en coches particulares y autobuses.
La de San Francisco de Borja es la parroquia principal de los jesuitas en Madrid y la que escogen los antiguos alumnos para casarse cuando son bodas multitudinarias, y la del alcalde Martínez Almeida, lo es. El complejo religioso dispone de una iglesia muy grande y otra pequeña con entrada, junto al claustro, por la calle Maldonado, donde a la misma hora se estará oficiando otra boda, así como una residencia para unos 20 jesuitas. El acceso a la boda del alcalde Almeida será por Serrano 104, excepto para los invitados que tengan movilidad reducida, que lo harán por Maldonado. Una entrada única facilita el control de seguridad que se establecerá el sábado, dada la afluencia de autoridades y del parentesco de la novia con la familia real española, que por supuesto está invitadísima.
Un impresionante Cristo crucificado de madera preside el altar mayor: esa será toda la decoración que tendrán delante los novios, Teresa y José Luis, durante el enlace. La misa será presidida por un sacerdote vinculado a la familia de la novia y por algún concelebrante más, dado el volumen de la ceremonia. Detrás de los novios, los 116 bancos de madera, con capacidad para mil invitados, y el gran órgano clásico en el coro, que apenas se utiliza dado su estado. Los novios suelen usar el de la planta baja, que es donde se sitúan los coros que cantan en las celebraciones.
La austeridad en su decoración interior choca con la grandiosidad arquitectónica. Los novios tendrán encima de sus cabezas una impresionante cúpula a 49 metros con el lema en latín «No andéis agobiados con trabajos y cargas que yo os aliviaré». Y enfrente de ellos, ante la ausencia de retablo y ornamentos, el inmenso Cristo Crucificado con su leyenda: «No temáis, ni tengáis miedo».
La parroquia siempre orienta sobre los fotógrafos y el tipo de decoración floral, para que aquello no se convierta en algo que aleje la atención de lo verdaderamente importante, que es el enlace, aunque en esta ocasión los novios han escogido los suyos. También proponen el pago de una cantidad orientativa, pensando en el gasto de calefacción, luz, limpieza, etc.; pero luego cada pareja deja lo que considera. La iglesia de los jesuitas es muy moderna, admiten las limosnas por Bizum y, dadas las dimensiones, dispone de pantallas para visualizar la ceremonia.
Hay que tener mucha templanza para recorrer los casi 50 metros que hay de pasillo, desde la calle Serrano hasta el altar mayor, con zapatos nuevos, un enrevesado traje largo nupcial y del brazo del financiero Lucas Urquijo. Todo mientras dos mil ojos se posan sobre la novi.a que tendrá la mirada puesta en la emoción de su prometido, enfundado en un traje hecho a medida por Fernández Prats, con 50 horas de trabajo y unos 3.000 euros de valor.
Los Marañón, los Fernández de Araoz, los Palazuelo, los Moreno de Arteaga, los Borbón Dos Sicilias y los Borbón a secas. Los Urquijo y un largo etcétera de los apellidos más ilustres de la sociedad española se sentarán en los bancos de madera que ocupan la planta de cruz latina. En los 116 bancos de madera caben, cómodamente sentados, 750 invitados y si se apura se puede llegar a los 1000.
Y si al enlace de los padres de Teresa, Beatriz Moreno y de Borbón y Lucas Urquijo, en Colmenar Viejo en 1995, acudieron la Reina Sofia, el Príncipe Felipe y sus hermanas las Infantas Elena y Cristina, es posible que al de su hija Teresa con el Alcalde, también asistan, al fin y al cabo, todo queda en familia. Desde luego el pleno del Partido Popular está asegurado, tanto es así que la toma de posesión del presidente gallego, Alfonso Rueda, ha sido pospuesta al siguiente fin de semana, 13 de abril, ante la previsible ausencia de dirigentes peperos para éste sábado 6 de abril, en el que se casa el alcalde madrileño.