El abogado de Urdangarin: «La justicia le acaba de devolver 30.000 euros que pagó de más»

Iñaki Urdangarin ya es un ciudadano normal y libre. El último día de su condena era este martes, aunque a efectos prácticos se encontraba en libertad desde marzo de 2022. Aprovechando la fecha he podido hablar con el que fuera su abogado Mario Pascual Vives. «Hoy no he hablado con él. Sí le he mandado un mensaje recordatorio de la fecha y su significado. Era una fecha que él tenía en su cabeza», reconoce el letrado.

Tras la condena de cinco años y medio le quedan los antecedentes como a cualquier otro penado. «He calculado que podrá borrarlos en tres años, hasta el 2027 estarán ahí, entonces podrá borrarlos. Yo entiendo que en su día a día los antecedentes no le afectan. Es un ciudadano como nosotros», aclara Mario Pascual Vives.

Aprovechando la fecha el letrado ha echado la vista atrás por un momento y ha hecho sus valoraciones: «Todo el proceso que se siguió contra él fue de extrema dureza, también fue extremadamente duro para la Infanta Cristina y su familia y perdone la falta de modestia, también para mí. Yo he sido la persona que más horas ha pasado con él en prisión y he visto como sufría en la cárcel. Ese dolor lo he compartido y también me ha afectado. A la Infanta también la he visto sufrir, pero en el ranking del sufrimiento él lo ha pasado peor. También le digo que a pesar del sufrimiento no he conocido a nadie tan fuerte como él, me refiero mentalmente fuerte». Y eso que en su estancia en la cárcel de Brieva, en Ávila, no tuvo compañeros. Estaba él solo y los funcionarios. «Cuando una persona pierde la libertad sin contacto con otras personas es mucho más duro», ha explicado el abogado.

Él le visitaba dos veces al mes. Siempre en miércoles. «Yo llegaba a Brieva hacia las 12 del mediodía, me dejaban estar con él hasta las 2. No me permitían quedarme a comer con él, así que desplazaba a un pueblecito de al lado. Regresaba a las cuatro de la tarde y estábamos juntos casi hasta las siete, porque luego tenía que coger el tren de vuelta. Estaba unas cinco horas con él y le visitaba cada quince días durante los dos años y medio que estuvo preso».

En esas visitas hablaban del proceso judicial, de los permisos de salida, de cuándo podría acceder al tercer grado y de cuestiones de carácter legal penitenciario. «Él también compartía conmigo los libros que podía leer, los cursos que hacía el tiempo que podía hacer de deporte que era bicicleta estática (una hora por la mañana y otra por la tarde) y siempre me preguntaba por su familia: sus hijos, su mujer... Esa siempre fue su obsesión. Saber que estaban bien».

Si le preguntaba es porque no podía comunicarse con ellos con la frecuencia que hubiese deseado. «Él no podía hablar todo lo que quería con su familia. Como cualquier ciudadano en la cárcel las llamadas telefónicas estaban limitadas en su número y en su duración. Siempre que podía hablaba el rato que le dejaban, pero luego recibía visitas los sábados y domingos. Siempre alguien de su familia le visitaba: sus hermanas, cuñados y la Infanta y sus hijos siempre que podían. Salvo en pandemia, siempre recibió visitas».

Mario Pascual Vives rehúsa a contestar si se hizo justica en el caso de Iñaki Urdangarín. «Hablar del pasado me cuesta, porque fue tan duro. El pasado no tiene arreglo, hablar de la leche derramada no tiene sentido. Cuando estaba en prisión sí tuvo que hacer unos trámites para mostrar su arrepentimiento, pero nada más».

Su relación se construyo desde la confianza abogado cliente: «Seremos amigos de por vida, por mi parte por supuesto, por la suya tiene que decirlo él. Aunque nuestro nivel de contacto ha bajado mucho, pero para mi siempre será un amigo, aunque tiene una vida complicada de futuro»

Otro de los aspectos que ha querido dejar claro es que Iñaki Urdangarín ha cumplido no solo con la pena sino con la responsabilidad civil. «En el 2016 producto de la venta de la casa depositó en el juzgado un millón doscientos mil euros para cubrir las responsabilidades civiles. Ahora que ha acabado el proceso, todo ese importe ha servido para pagar la deuda con la Agencia Tributaria, las multas y devolver el dinero de de la Comunidad Balear. De todo ese dinero, hace un mes le han liquidado judicialmente y le han devuelto 32.920 euros. Ya está libre de toda deuda».

El abogado ha querido terminar la entrevista con una valoración personal: «Iñaki Urdangarín es una buena persona. Yo que le he conocido me gustaría trasmitir que no es mala persona, sino que, para mí, es eso, una buena persona. Todo lo que pasó en Valencia con la Copa de la América y Madrid con los juegos Olímpicos de 2016 , de todas esas acusaciones resulto absuelto y eran más tiempo y más dinero». Lo que ha querido dejar entrever solo lo sabe él.