La Princesa y su hermana, en su visita al taller de Jaume Plensa
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El valioso regalo que la Princesa Leonor y la Infanta Sofía han recibido del escultor Jaume Plensa
Las hermanas Borbón visitaron su taller como muestra de pasión por el arte y la cultura, heredada de sus padres
Los Premios Princesa de Girona, que se celebrarán la tarde del miércoles 11 en Lloret de Mar tuvieron como antesala la visita de la Princesa Leonor y la Infanta Sofía al taller de Jaume Plensa. El escultor acogió a las hermanas en sus instalaciones alrededor de las cinco de la tarde y les realizó una visita guiada a su taller.
A lo largo de una hora, pudieron conocer de primera mano el proceso creativo de algunas de sus obras más icónicas así como atender a las explicaciones que genera el arte en el espacio público.
«Ellas representan a los jóvenes», aseguraba Plensa ante los medios allí congregados. Una vez acabada la visita, el escultor quiso hacer entrega a las hermanas de un valioso regalo: un libro que repasa todas sus obras y que, al mismo tiempo, es una escultura.
Existen menos de 3000 copias y Plensa guardó uno a propósito para la Casa Real, dada la buena relación que guarda con ellos desde 2009. Fue entonces cuando conoció a los Reyes Felipe y Letizia en un viaje a Chicago, aunque en su memoria quedará para siempre el año 2014, cuando la Reina le entregó el Premio Velázquez a su trayectoria profesional.
La Princesa Leonor y la Infanta Sofía se llevaron, además, un recuerdo de las reproducciones en miniatura y autografiadas de las esculturas más famosas del artista: Júlia, ubicada en la plaza de Colón de Madrid, e Isabela, situada en las oficinas centradas de Amazon en Seattle.
Las hermanas Borbón con las réplicas de las esculturas y Jaume Plensa
Tal y como hacen con cada obsequio que reciben, en base a una norma de transparencia que el Rey Felipe impuso en 2013, el regalo irá directo a Patrimonio Nacional y el año que viene aparecerá en el listado de presentes recibidos por la Casa Real.
En su discurso de agradecimiento a las hermanas, Plensa dejó claro que la visita ha sido un milagro. «El arte es un milagro permanente. Vender una escultura es ya un milagro», explicaba. «Que alguien me haga caso es un milagro, pero que vengan ellas aquí es aún más alucinante. Es un día muy feliz para mí y para Sant Feliu, una ciudad que ha vivido de una forma muy intensa la inmigración. Es bonito que vengan y conozcan que hay lugares un poco más remotos».
Los Reyes, junto a sus hijas
Poco después, las hermanas se reunieron en el hotel Meliá de Lloret de Mar con sus padres y los anteriores galardonados de los Premios Princesa de Girona para una cena. Sobre las ocho de la tarde, llegó la familia, conjuntada hasta en sus looks.
Mientras la Princesa Leonor y la Infanta Sofía apostaron por prendas blancas de la firma francesa Ba&sh, Felipe VI escogió por un clásico pantalón azul marino, camisa y una americana en tono beige que concordaba a la perfección con el vestido que lucía Doña Letizia. Esta, por primera vez en meses, dejaba a un lado las zapatillas y las sandalias planas para lucir unas con tacón sensato.
