Kate Middleton se deja ver en público durante un divertido plan con sus hijos

Al este de Inglaterra, en el condado de Norfolk, la Familia Real británica se olvida de sus preocupaciones y se aleja de la persecución incesante de los paparazis. Los Príncipes de Gales se han instalado un verano más en Anmer Hall, una preciosa casa de campo, en Sandringham. Hasta allí se han traslado con sus tres hijos; el Príncipe Jorge, de once años; la Princesa Carlota, de nueve años, y el Príncipe Luis, de seis. Unos meses especialmente delicados, puesto que la Princesa recibe tratamiento contra el cáncer y de momento, no hay fecha prevista para que retome su agenda oficial.

Encontrar actividades para entretener a los niños durante largos períodos de tiempo en verano parece complicado, en esta era digital de tablets y móviles. Los Príncipes de Gales intentan que sus hijos pasen el mayor tiempo posible al aire libre, e incluso su niñera tiene orden de que jueguen fuera, aunque diluvie.

Los cinco, recientemente, han sido vistos disfrutando de un «día familiar sano» en el festival Gone Wild en Holkham Hall, según publica la prensa inglesa. Los pequeños estaban deseando participar en los juegos y se atrevieron con una batalla Nerf, con pistolas de juguete y bombas de humo. Un despliegue de adrenalina y diversión.

En declaraciones al Daily Mail, la jefa de Norfolk Nerf Parties, Georgina Barron, reveló que incluso Kate Middleton se sumó a la acción y «agarró una pistola Nerf, corrió y jugó atrapada en el barro con sus hijos». El que mejor se lo pasó fue el pequeño Luis, que corría emocionado por todos lados gritando «¡Nerf o nada, hagámoslo!». Equipados con pistolas, chalecos protectores y pinturas, se sumergen en una competición trepidante.

Según Barron, los príncipes de Gales y sus hijos no fueron fotografiados por su expreso deseo. Querían disfrutar de un «día familiar como cualquier otra familia normal». El palacio de Kensington no se ha pronunciado sobre esta última aparición.

A juzgar por su habilidad, parece que la familia ha participado previamente en estas guerras Nerf, siendo una excelente manera de hacer ejercicio en familia. Un buen truco para que niños de todas las edades no pasen horas enganchados a la televisión o tablet. «La sorprendente táctica de Kate Middleton y el príncipe William para mantener a los Príncipes George, Charlotte y Louis alejados de las pantallas», titulan algunos periódicos ingleses.

Su casa campestre

Anmer Hall fue el regalo de boda de la Reina Isabel II a los Príncipes de Gales para que tuvieran una espacio donde escaparse en vacaciones. Se trata de una casa de campo georgiana, construida en el siglo XIX, con dos plantas, diez habitaciones y una buhardilla. Antes de empezar a usarla, la propiedad se sometió a unas exhaustivas reformas valoradas en 1,5 millones de libras y se construyó un invernadero, un nuevo sendero de entrada y renovaron los interiores completamente con la ayuda del diseñador Ben Pentreath.

Respecto al exterior, dispone de amplias zonas ajardinadas, con varias estructuras para escalar, columpios, cama elástica y una piscina.