La joven ganadera que sale con el torero Pablo Aguado

nació en el seno de una familia ganadera. Torrealta es el hierro de su familia. Su padre, Borja Prado, hijo mayor del que fuera mejor amigo del Rey Juan Carlos I, Manolo Prado y Colón de Carvajal y de su primera esposa, Paloma Eulate, continúa —entre otras muchas actividades profesionales— con la difícil y bonita tradición familiar de criar toros de lidia.

El expresidente de Endesa y de Mediaset pasa este testigo a su única hija, Pilar, gran aficionada al campo y a los valores que el mundo del toro representa. La finca donde pastan sus toros es 'El Toñanejo' en Cádiz y la representante de la ganadería en la Real Unión de Criadores de Toros de Lidia es Pilar.

Ganadera

Pilar Prado era una gran desconocida hasta que las crónicas sociales la empezaron a situar junto al torero sevillano Pablo Aguado. Un romance, según reveló Beatriz Cortázar en Informalia, que va, según parece, por muy buen camino. Llevan, dicen, casi dos años juntos. Además de ganadera, Pilar Prado, la única hija de los tres hijos de Borja Prado, también tiene vínculos con el mundo de la empresa.

Nicole Junkermann es su 'jefa' y su vecina en el campo andaluz, porque además de la propietaria de la Finca 'Los Alburejos', —una impresionante propiedad en Medina Sidonia que compraron ella y su marido Ferdinando Brachetti Peretti a la familia Domecq hace 4 años, una venta en la que dicen por cierto que medió Borja Prado—, es también una inversora y emprendedora internacional, fundadora de NJF Holdings, una compañía de inversiones con intereses en capital riesgo, capital privado y propiedades inmobiliarias.

Pilar Prado, que vive a caballo entre Londres y España, aún no ha cumplido los 30, figura como asociada en NJF Holdings en su perfil de la red social Linkedin.

Su romance con Aguado la ha puesto en el centro de la diana. Pablo Aguado es un torero tardío que tomó la alternativa en la plaza de toros de La Real Maestranza de Caballería de Sevilla en 2017. Es «torero de arte», como manda la tradición de la escuela sevillana. Tiene 33 años y estudios universitarios, se graduó en Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Sevilla.

El torero sevillano está entre los 12 primeros del escalafón de esta temporada. «Soy torero porque siento torear, no porque quiera llevar una vida de torero ni todos los fuegos artificiales que hay alrededor», explicaba recientemente en una bonita entrevista con ONTOROTV. Torea despacio, muy despacio, tan despacio como lleva su romance.