Las claves del éxito de Joaquín Sánchez: de sus negocios a sus 20 años junto a Susana Saborido

Este jueves, el carismático Joaquín Sánchez y su inseparable mujer, Susana Saborido, se sientan en el famoso plató de El Hormiguero para charlar con Pablo Motos y sus inseparables Trancas y Barrancas.

¿El motivo? Presentar su nuevo programa, Emparejados, donde el exfutbolista y su esposa intentarán unir a 100 solteros con sus almas gemelas. Pero eso no es todo, porque el programa contará con algunos ases del amor, como Jesulín de Ubrique y María José Campanario, quienes también darán consejos amorosos.

Joaquín y Susana, aunque hoy parezcan la pareja perfecta, no empezaron con buen pie. Se conocieron gracias a un amigo en común, pero Susana no se fiaba ni un pelo de los futbolistas. Con la fama de mujeriegos que arrastran, pensaba: «Este me va a coger y me va a soltar». De hecho, en su primer encuentro, la andaluza no lo podía ni ver. «Nada, nada, nada... me caía fatal», confesaba entre risas en el programa de Bertín Osborne. A pesar de todo, Joaquín no se rindió y lanzó la gran pregunta: «¿Qué haces hablando conmigo si no me puedes ni ver?». Algo en la cabeza de Susana hizo «clic», y contra todo pronóstico, decidió darle una oportunidad.

La primera cita fue toda una aventura. Joaquín, con los nervios a flor de piel, apareció con ¡cinco botellas de agua! Su excusa: «Es que los deportistas bebemos mucha agua». Lo que no sabía es que iba a pasarse la noche en el baño, bebiendo agua sin parar, mientras Susana no podía evitar reírse. «Cada vez que intentaba decir algo importante, ¡zas!, al baño de nuevo!», contaba Joaquín entre carcajadas.

A pesar de esos comienzos accidentados, la chispa surgió y tres años después, en 2005, la pareja se dio el «sí, quiero» en una boda de ensueño en El Puerto de Santa María. Un año más tarde llegó su primera hija, Daniela, y tres años después, Salma. Desde entonces, la vida de Joaquín cambió por completo. Sus prioridades se reordenaron al ver las caritas de sus hijas por primera vez, y desde ese momento, la familia pasó a ser lo más importante.

El patrimonio

El deportista no solo ha brillado en los terrenos de juego, sino que fuera de ellos ha demostrado tener un olfato empresarial envidiable. Además de ser un ícono del Betis, equipo en el que ha dejado su alma y del cual es socio accionista, Joaquín ocupa un cargo como directivo, reafirmando su amor incondicional por los colores verdiblancos. Pero su pasión no se limita al fútbol, ya que ha sabido expandir su carrera hacia el mundo de los negocios con gran éxito.

Joaquín tiene dos empresas bajo su nombre. Una de ellas se dedica a la gestión de su propia imagen, y no es para menos, ya que con su carisma y cercanía, es uno de los rostros más buscados por las marcas. La otra se centra en la promoción inmobiliaria, demostrando que además de talento deportivo, el sevillano tiene una visión para los ladrillos. Como administrador único de la empresa Chino Seventeen SL, lleva más de 20 años moviéndose con soltura en el sector de la promoción inmobiliaria, manejando un patrimonio que pocos podrían soñar.

Su portafolio inmobiliario es extenso y variado. Su residencia familiar es un impresionante chalé en la exclusiva urbanización de Simón Verde, en Mairena de Aljarafe, Sevilla. Según la revista Lecturas, esta joya de 1.200 metros cuadrados, con jardín y piscina incluidos, se construyó tras adquirir dos parcelas en 2018.

A pesar de su éxito, Joaquín no escapa de las hipotecas, y mantiene una de 1.8 millones de euros que vencerá en 2051. Pero eso no es todo: también tiene un piso de 80 metros en Sevilla y, desde 2019, un apartamento de 185 metros en Marbella, valorado en más de medio millón de euros.

Y por si las propiedades no fueran suficientes, cuenta con varias plazas de garaje repartidas por Andalucía. Aunque la mayoría de los bienes son de Joaquín, su esposa Susana también tiene parte en algunas, como las plazas de aparcamiento.

Su talento como empresario se combina con su habilidad para atraer a las marcas, que no pueden resistirse a su naturalidad y humor. Su espontaneidad lo ha convertido en un imán para campañas publicitarias, y con más de 4 millones de seguidores en Instagram y 1.7 millones en TikTok, sus vídeos divertidos son virales en cuestión de minutos. Esa presencia en redes y su carácter lo han llevado también a conquistar la televisión. Su programa El Novato, emitido en Antena 3, fue un éxito rotundo, disparando las audiencias con cada emisión. Aunque el caché que recibió por sus 12 episodios sigue siendo un misterio, no cabe duda de que seguro fue una suma generosa.