Rafa Nadal en los Juegos Olímpicos de París
Nadal explica cómo elige la pelota de tenis en los saques y por qué desecha varias
El tenista conquistó a la audiencia en el primer programa de la nueva temporada de El Hormiguero
La ceremonia de saque de Rafa Nadal en la pista resulta cuanto menos curiosa. Los aficionados al tenis ya están familiarizados con sus tics. Toca sus pantalones, roza el hombro izquierdo, luego el derecho, se agarra la oreja izquierda, toca su nariz, acaricia la oreja derecha… Todo esto cuando ya tiene sus botellas perfectamente alineadas en la zona de descanso.
Llama la atención también el ritual a la hora de seleccionar las pelotas de tenis. Cuando los recogepelotas se las van pasando, las toca y algunas las desecha y las tira al suelo. Hasta que llega una que le convence. ¿De qué depende esta elección? En su entrevista en el estreno de El Hormiguero, Trancas y Barrancas le preguntaron al respecto.
«Cojo para el primer saque la bola más rápida, más peladita. Y para el segundo, más lenta con más pelo», declaró, sacando la broma de las hormigas sobre las «pelotas depiladas».
Rafa Nadal y Pablo Motos
Hay que recordar que en cada torneo de tenis se juega con una marca de bola diferente y eso repercute directamente en el jugador. Al final puede resultar más complicado adaptarse a la pelota, que marca la velocidad, que a la propia superficie.
En el Open de Australia se utiliza la marca Dunlop; en Roland Garros se juega con Wilson; en Wimbledon con Slazenger; y en el US Open también con Wilson. Esto en el caso de los Grand Slams. Luego está el caso de los Masters 1000, donde en casi todos ellos se juega con Dunlop. Una pelota unitaria es el sueño de los tenistas.
Pelotas Roland Garros
Djokovic es uno de los tenistas que se ha quejado en reiteradas ocasiones de la poco uniformidad de las pelotas. «La inconsistencia es un problema, y esa es nuestra queja. Tiene que haber más uniformidad para evitar problemas en muñecas, codos y hombros».
El color fosforito
Interesante resulta la historia detrás de ese característico color amarillo fosforito. A mediados de la década de los 60, el tenis se jugaba con pelotas blancas. Pero en 1967, el famoso divulgador David Attenborough, que en aquella época ejercía como gerente de la BBC Two, quiso que este canal se convirtiera en el primero en emitir a color en la televisión europea. Confiaron en el poder y repercusión de un emblema tan británico como Wimbledon.
En esas primeras retransmisiones a color, se encontraron con que la pelota blanca sobre el césped no se veía de forma clara en las pantallas y al espectador le costaba seguirla. «Una pelota fosforita sería mucho más visible en pantalla», reflexionó el naturalista Attenborough. Esa idea inicial fue calando poco a poco hasta que finalmente se introdujo el cambio.
La Federación Internacional de Tenis aprobó oficialmente el cambio en 1972. Y las nuevas pelotas amarillas debutaron en un Grand Slam en el US Open al año siguiente.
