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El plan privado de la Reina Sofía en Lisboa
La mujer de Don Juan Carlos visitó la ciudad por motivos de trabajo, pero disfrutó de varios momentos de ocio
La Reina Sofía viajó el pasado viernes a una de sus ciudades favoritas, Lisboa. El motivo por el que la mujer del Rey Juan Carlos permaneció durante tres días en la región lusa fue para poder asistir al Congreso Internacional sobre Enfermedades Degenerativas, donde se reunieron decenas de expertos en la materia con el objetivo de dar a conocer a la ciudadanía los avances en la investigación contra el Alzheimer y otras dolencias.
Sin embargo, entre tanto trabajo, la monarca también tuvo tiempo para disfrutar de momentos de ocio en la capital portuguesa. Aprovechó para visitar un restaurante de lujo llamado Solar dos presuntos, en el que degustó la cocina tradicional que llevan preparando desde hace más de 50 años.
En concreto, tanto la Reina Sofía como sus acompañantes, decidieron decantarse por una de las especialidades de la casa: un arroz con bogavante, un plato tradicional de la zona que también probaron personalidades de la talla como Madonna, Chris Evans, Cristiano Ronaldo o Cayetano Rivera y Maria Cerqueira a su paso por el mismo.
Tal y como ha confirmado Pedro Cardoso, uno de los propietarios, al portal Look, la Reina Sofía es una asidua del restaurante, pero siempre ha acudido sin el Rey Juan Carlos: «Es curioso que Don Juan Carlos nunca nos haya honrado con su presencia, él que es de buen comer, y Doña Sofía, haya venido antes que él. Para nosotros es un orgullo inmenso haberla tenido. Es la primera gran personalidad que viene, de alguna manera, a honrarnos en esta nueva etapa, ahora que vamos a celebrar los 50 años desde nuestra apertura».
Además, apuntó que se trata de una «clienta ilustre», pero matizó que como lo son todos los que reciben. «Claro que es una persona que personifica y representa un estado y eso trae un mayor control policial en las calles colindantes. Pero en ningún momento es un trastorno. Al contrario, es un honor recibirla». La Reina Sofía llevó consigo un estricto protocolo que va desde llegar con varios escoltas que inspeccionen las instalaciones a reservar una zona del restaurante apartada y segura donde se tranquilice la seguridad de los comensales.
Sin embargo, en muchas ocasiones, se ha unido al resto de la sala. De hecho, lo más curioso de la noche ocurrió al final de la cena, cuando el séquito personal se disponía a abandonar el restaurante. Al ser reconocida por un espontáneo que también estaba cenando allí, se dio un auténtico «baño de masas». La Reina estuvo durante diez minutos haciéndose fotos con todos los que se le acercaban para inmortalizar su velada al estar cenando con una de las Reinas más populares dentro y fuera de nuestras fronteras.