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La historia de amor moderna y poco convencional de Kamala Harris y su marido, Doug Emhoff
La candidata a la Casa Blanca conoció a su pareja gracias a la intervención de su mejor amiga
Harris y Trump cierran sus campañas con un clima de tensión extrema y buscando captar a los últimos indecisos
En sus memorias, Kamala Harris recordaba con especial cariño una frase que su madre siempre le decía de pequeña: «Puede que seas la primera en hacer muchas cosas. Asegúrate de no ser la última». Senadora de California y elegida por Biden para vicepresidenta, ha desempeñado numerosos roles a lo largo de su carrera, comenzando como abogada y haciendo la transición a la política como fiscal general del Estado.
Ahora, la candidata demócrata puede convertirse en la primera mujer de color en convertirse en presidenta de Estados Unidos. Con el enfrentamiento con Donald Trump en su punto álgido, ha sido su marido Doug Emhoff quien ha estado a su lado en todo momento. De hecho, durante la Convención Nacional Demócrata el matrimonio celebró su décimo aniversario.
En privado, Kamala se convierte en «Momala», la devota esposa y madrastra de los dos hijos de Emohff, a quien conoció de la manera más fortuita. «Mi mejor amiga Chrisette estaba haciendo estallar mi teléfono», escribió en su autobiografía The Truths We Hold. «Estaba en medio de una reunión y mi teléfono no paraba de sonar. Ignoré su llamada las primeras veces, pero luego empecé a preocuparme. Sus hijos son mis ahijados. ¿Había pasado algo? Salí y la llamé. '¿Qué pasa? ¿Está todo bien?'. 'Sí, todo está bien. Vas a tener una cita', dijo. '¿Sí?'. 'Sí', respondió con total seguridad. 'Acabo de conocer a este chico. Es lindo y es el socio gerente de su bufete de abogados y creo que te va a gustar mucho», comentó su amiga.
Chrisette, a la que ella considera como su hermana, le hizo prometer que no le buscaría en Google: «Simplemente conócelo. Ya le he dado tu número. Se pondrá en contacto contigo», le dijo.
Unos días después, Doug le envió un mensaje de texto, ella le respondió y quedaron en hablar al día siguiente. Al despertarse, Kamala se dio cuenta de que tenía una llamada perdida de Doug. «Tenía una reunión pronto y, mientras conducía hacia el trabajo, no podía sacarla de mi mente», explicó Doug en una entrevista. «Me repetía a mí mismo: 'Son las ocho y media de la mañana, es demasiado temprano para llamarla. Sería ridículo. No la llames. No lo hagas'. Y luego, 'Oh no, acabo de marcar su número', y, 'Oh no, está sonando'».
Le dejó un mensaje de voz, que ella guarda y reproduce todos los años en su aniversario. «Pensé que nunca volvería a saber de ella», pero le devolvió la llamada, hicieron planes para cenar y en la tercera cita ya eran pareja. Con humor, Doug ha recordado en más de una ocasión que la conexión fue instantánea. En su primer encuentro, él se acercó a recogerla y le dijo: «Abróchate el cinturón, soy un conductor pésimo». Fue a través de este tipo de intercambios desenfadados con los que se dieron cuenta de que ambos tenían debilidad por el sentido del humor del otro, lo que marcó el tono de la relación y los ayudó a crear un vínculo fuerte que se mantiene a día de hoy.
Un año después, mientras preparaban el equipaje para un viaje juntos a Florencia, Doug decidió pedirle matrimonio. «Había urdido un elaborado plan para proponerme matrimonio frente al Ponte Vecchio. Pero una vez que tuvo el anillo, le quemó el bolsillo. No podía mantenerlo en secreto. Lo miré allí, de rodillas, y rompí a llorar», recuerda Harris. «Eso sí, no eran lágrimas elegantes de Hollywood que corrían por una mejilla reluciente. No, estoy hablando de resoplidos y gruñidos, con el rímel manchándome la cara».
Fieles a su palabra, se casaron tan solo cinco meses después, el 22 de agosto de 2014 en el juzgado del condado de Santa Bárbara. Compartieron una ceremonia íntima, que fue oficiada por la hermana de la novia, Maya Harris. Su sobrina Meena, leyó el poema de Maya Angelou Touched by an Angel durante la ceremonia, y Emhoff y Harris escribieron ¡sus propios votos.
Como Emhoff es de origen judío, la pareja honró su nuevo matrimonio incluyendo la rotura de una copa de cristal al final de la ceremonia, un ritual que simboliza la destrucción del Templo de Jerusalén y recuerda a los novios que, a pesar de los momentos felices, también pasarán por algunos difíciles que solo podrán superar juntos.
Harris, que se crio principalmente en Oakland y se identifica como «mestiza» por ser de ascendencia india y jamaiquina, se identifica como bautista negra. Era la primera vez que ella se casaba, mientras que para Emhoff era su segundo enlace. De hecho, tuvo dos hijos en un matrimonio anterior, Cole y Ella, con los que Kamala tiene una relación cercana y estrecha. La llaman cariñosamente «Momala», una mezcla entre «Mom» (mamá) y Kamala.