Elisa Mouliaá y sus negociaciones con Mediaset para fichar por el programa estrella
La actriz que denunció por acoso a Íñigo Errejón reflexiona sobre sus futuros proyectos laborales
Elisa Mouliaá siempre quiso que su nombre brillara por su talento como actriz, recordada por su papel en Águila Roja, una de las series más exitosas de la televisión española. Sin embargo, su nombre ha resonado en los últimos meses por razones mucho más controvertidas: la denuncia que interpuso contra Íñigo Errejón, exdiputado y exportavoz de Sumar, a quien acusa de presunta agresión sexual.
Pero mientras la intérprete batalla con las consecuencias emocionales, mediáticas y económicas de su denuncia, Errejón parece tener resuelta al menos una de sus preocupaciones. El exdiputado recibirá 25.000 euros de indemnización por sus ocho años en el Congreso, según los cálculos de los servicios jurídicos de la Cámara. Un colchón financiero que, aunque perfectamente legal, no deja de añadir una cierta ironía al contraste entre ambas situaciones.
La denuncia
El pasado octubre, Elisa presentó una denuncia en el Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, acusando a Errejón de haberla besado y tocado sin su consentimiento durante una fiesta en 2021. Según la actriz, su denuncia es «verídica y detallada», pero el político niega los hechos y ha solicitado al juez que reabra el caso para defenderse, calificando las acusaciones de «falsas». Mientras el proceso judicial avanza con dificultades, Elisa ha confesado que la exposición mediática le ha pasado factura. En una entrevista en TardeAR, presentado por Ana Rosa Quintana, expresó cómo el caso ha afectado su salud y su vida profesional: «Siempre he trabajado como actriz, ganándome al público con mi trabajo. Pero este linchamiento de ‘te creo o no te creo’ es muy duro».
El caso no solo ha afectado la estabilidad emocional de Mouliaá, llevándola incluso a ser hospitalizada por ansiedad, sino que también ha tenido un impacto en su bolsillo. La actriz explicó en TardeAR que se vio obligada a cerrar su negocio de productos de CBD, Greenery Ponzano, que ofrecía aceites y remedios naturales relacionados con el bienestar. «La presión mediática y el impacto de la denuncia hicieron que mantener el proyecto fuera inviable», comentó.
Sin embargo, algunas fuentes señalan que Elisa podría estar explorando la posibilidad de «monetizar» la situación. Según informaciones recogidas por Informalia, la actriz habría negociado un contrato con Mediaset para realizar varias apariciones en programas como TardeAR o De Viernes, además de un supuesto documental sobre el caso Errejón producido por Mediapro.
El precio de estas colaboraciones, según estas fuentes, rondaría los 150.000 euros, una cifra que ha despertado tanto curiosidad como críticas. Aunque tanto Mouliaá como Mediaset han desmentido la existencia de dicho contrato, un portavoz de la cadena dejó abierta la posibilidad de que alguna productora independiente hubiera negociado directamente con la actriz. Además, según un contacto citado por el citado medio, la actriz pidió dinero a cambio de declaraciones tras la suspensión del juicio, lo que ha alimentado aún más la polémica sobre su posible intención de sacar rendimiento económico del caso.
Una oportunidad
Así las cosas, Elisa Mouliaá enfrenta un doble desafío: demostrar la veracidad de su denuncia en los tribunales y recuperar su estabilidad personal y profesional. Su caso refleja las dificultades de ser una figura pública involucrada en una situación de alto impacto social, donde la búsqueda de justicia puede verse empañada por el ruido mediático. Lo único claro es que el desenlace de esta historia aún está por escribirse, pero lo que está claro es que Elisa no tiene intención de rendirse. Como ella misma dijo: «No me voy a quedar callada si alguien me difama». Mientras tanto, el tiempo dirá si su nombre volverá a brillar por su trabajo como actriz o si este episodio marcará su historia pública para siempre.