Así es la casa de Almeida y Teresa Urquijo por dentro en un barrio del norte de Madrid

tras unos días esquiando en el Pirineo Aragonés, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y su mujer, Teresa Urquijo, han regresado a su hogar en Madrid, un piso en la calle Poeta Joan Maragall, en el barrio de Tetuán, que el alcalde conoce como la palma de su mano porque creció allí. Almeida compró, en 2008, este inmueble de 100 metros cuadrados por 165.693 euros, un precio que a día de hoy se ha triplicado. Dispone de un salón-comedor amplio, dos dormitorios y una cocina funcional.

La decoración del inmueble refleja el carácter práctico de Almeida. El salón, eje principal de la vivienda, destaca por una paleta de tonos neutros, con un sofá gris y paredes crema que aportan un ambiente funcional y relajado. Aunque sencillo, el espacio cuenta con algunos detalles que revelan las pasiones y gustos del alcalde. Entre ellos, una camiseta rojiblanca del Atlético de Madrid, su equipo de toda la vida, que ocupa un lugar destacado, y estanterías repletas de libros, que contrastan con algunos adornos decorativos como pequeñas figuras y plantas que añaden un toque de calidez al conjunto.

Sin embargo, el espacio también denota cierto aire de austeridad. La televisión, de tamaño reducido y situada frente al sofá, parece más funcional que un elemento destacado en la estancia. Aun así, el espacio es lo suficientemente generoso como para albergar una máquina de remo, ideal para hacer deporte en casa, demostrando que, aunque funcional, no es precisamente reducido.

Así las cosas, el apartamento parece ser el típico hogar de soltero: sencillo, organizado pero sin excesos, con lo justo para vivir cómodamente. Es una vivienda que se adapta a sus necesidades sin demasiadas pretensiones, pero que ahora, con la llegada de Teresa, su esposa, promete transformarse en un espacio más acogedor y personal.

La llegada de Teresa al hogar implicó algunos cambios necesarios: «Tendré que dejar algunos vicios como esa nevera vacía, y me tendré que poner las pilas». Sin embargo, hay un aspecto concreto de la casa que ya ha generado su primer desacuerdo como pareja: el tendedero. «En casa tenemos un tendedero que colocamos en medio de la cocina. A Teresa no le gusta demasiado, a mí tampoco», admitió el alcalde en su paso por El Hormiguero.

Parece que los recién casados tiene claro que quiere darle un nuevo aire al hogar, ya que no escatimaron en detalles al elaborar su lista de bodas. Desde lo esencial hasta lo más sofisticado, incluyeron todo lo necesario para convertir el piso en un espacio completamente funcional y elegante. Entre los artículos más destacados figura una lujosa alfombra afgana tejida a mano, valorada en más de 7.000 euros, un frigorífico americano de Samsung por más de 2.000 euros y un aspirador Dyson de última generación. Además, han optado por modernizar el hogar con tecnología de última gama, como una Smart TV de 65 pulgadas, un altavoz inteligente Bose Home y un tocadiscos inalámbrico de Audio Technica.

Sin olvidar los aspectos más prácticos, también incluyeron en su lista ollas, una batería de cocina e incluso una fondue de Le Creuset, que refuerza su intención de crear un hogar funcional, pero con estilo. Aunque no está claro si todos estos artículos ya forman parte del piso, reflejan el esfuerzo por combinar comodidad, modernidad y buen gusto en su nuevo espacio compartido.