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El retiro dorado de Rafa Nadal: su nueva vida lejos del tenis
El deportista comienza su jubilación de la mejor manera posible
«Las gracias las tengo que dar yo». Esa fue la máxima que reinó en la voz de Rafa Nadal en las pistas de la Copa Davis el pasado martes. El Palacio de Deportes José María Martín Carpena se vistió de emoción y lágrimas para despedir al mejor deportista de la historia del tenis: Rafael Nadal Parera.
Mientras el público allí reunido ovacionaba al tenista, él, en su perenne humildad, recordaba con emoción sus más de veinte años de carrera agradeciendo a España y su equipo el apoyo que ha sentido siempre de ellos. «No salió como hubiéramos querido, pero di todo lo que tenía», confesó. Repasó los pilares que le habían acompañado desde que era pequeña y los que le habían llevado a lo más alto: su familia, sus entrenadores y su tierra natal, Mallorca.
«Soy un privilegiado. Hice de mi hobby una carrera, y doy gracias a la vida por ello», expresó, mientras los asistentes lo interrumpían con aplausos espontáneos. Reconoció a su tío Toni, a sus amigos y a quienes formaron parte de su día a día. «Nada de esto hubiera sido posible sin vosotros», dijo, señalando a los suyos.
En ellos se apoya ahora para enfrentar el momento más duro de su carrera deportiva. Lejos quedan las lesiones y los exigentes campeonatos y entrenamientos. La principal preocupación de Nadal, ahora, es su jubilación. «La Copa Davis es siempre una experiencia bonita, lo he disfrutado. Al final, el resultado no ha sido el que nos hubiera gustado a todos, pero así es el deporte. Mi vida cambia de forma radical. Estoy aceptando todo con normalidad y una vida distinta a lo que ha sido estos últimos 30 años».
A sus 37 años, el manacorí acumula 92 títulos a lo largo de su carrera, incluyendo 14 Roland Garros, lo que le ha llevado a ocupar el número 1 en el ranking ATP durante 209 semanas. Está claro que ningún deportista de elite compite por el dinero, sino por trofeos y gloria. Sin embargo, las ganancias económicas forman parte del combo y no son nada despreciables. A lo largo de su carrera, ha ganado más de 134 millones de dólares (alrededor de 125 millones de euros) según la ATP. Una cifra pequeña en comparación con el dinero que se embolsa con el resto de sus negocios fuera de las pistas y que ahora le permitirán vivir de forma holgada.
El tenista maneja sus inversiones en tres áreas principales. Una de ellas es la deportiva, donde explota su imagen en complejos deportivo-turísticos y la escuela de tenis —conocida como la Rafa Nadal Academy o Rafa Nadal Sports Centre—, en Manacor. Por otro lado, su matriz Aspemir SL, con la que ha aumentado su facturación en más de un 102 % en comparación con años anteriores.
Eso no es todo, porque, además, posee una cartera inmobiliaria destacada, con 18 inmuebles, algunos en zonas cotizadas que se sitúan entre Madrid y Barcelona, aunque la mayoría están repartidos por Palma de Mallorca, su tierra natal. Aunque la más conocida es la que posee en la céntrica General Castaños de Madrid que la sociedad Mabel Villa de París rehabilitó.
La ubicación privilegiada a mano de la plaza de Colón, la calle Serrano o el paseo de Recoletos podría justificar el pago de alrededor de 20.000 € por metro cuadrado, convirtiéndolo en uno de los sueldos más caros de la capital. A pesar de su transformación en viviendas de lujo, el edificio histórico no ha perdido su fachada neoclásica original. Por dentro, en cambio, el lujo y la modernidad se distribuyen a lo largo de los 11 apartamentos de considerables dimensiones y con todas las necesidades básicas para sus moradores, entre los que se encuentra también Marta Ortega y su pareja Carlos Torreta.
El deportista también ha invertido en energías renovables en colaboración con la familia Mascaró Gomila y posee una línea hotelera en Mallorca y Costa Brava. Lleno de energía, con mezcla armónica de influencias, guiños y referencias a otros puntos clave de la cultura española e italiana, ZEL Costa Brava se sitúa como la propuesta definitiva de bienestar, gastronomía y slow life mediterráneo.
Tomando este gusto por los espacios abiertos como inspiración y la tendencia del diseño biofílico como punto de partida, «se han conceptualizado estancias con colores, texturas y formas que remiten a la naturaleza, generando una sensación de paz, bienestar y relajación en el huésped». Su idea es que a estos dos le sigan otros 20 en los próximos seis años. Se unen a los dos que ya tiene en la idílica isla del Caribe Mexicano, Cozumel.
Además, ahora que tiene tiempo libre podrá dedicarlo a otra de sus pasiones: el golf, deporte al que es aficionado desde hace años y que siempre le ha permitido desconectar mentalmente del tenis. A su vez, en el terreno económico, desde el pasado mes de abril, es accionista de Playtomic, la aplicación por excelencia para la reserva y la gestión de clubes de pádel y tenis. «Logra unir a tenis y padel haciendo accesible estos deportes a todo tipo de personas sin importar la forma física o el nivel de juego. Acercar a todo el mundo al deporte, demostrado que tiene un impacto positivo en la sociedad», confirmó en redes sociales.