La mansión que Raphael le compró a un expresidente del Gobierno

Raphael, a sus 81 años, sigue siendo uno de los artistas más emblemáticos de la música española, pero su salud ha estado recientemente en el centro de la atención tras un susto durante la grabación de su especial navideño La Revuelta. El martes, mientras grababa el programa, el cantante sufrió un accidente cerebrovascular, lo que obligó a cancelar los dos conciertos que tenía previstos en Madrid los días 20 y 21 de diciembre. Afortunadamente, los médicos descartaron que fuera un ictus, pero como medida preventiva, se le realizaron más pruebas para determinar el origen del proceso neurológico que presentó. A pesar de los desafíos de salud, su legado musical sigue brillando tan fuerte como la mansión que una vez fue su hogar en Miami.

Hablando de esa mansión, Raphael vivió en una casa con una historia tan fascinante como su carrera. En 1985, el cantante compró una propiedad en Key Biscayne a Richard Nixon, el expresidente de los Estados Unidos, envuelto en el escándalo del Watergate, quien utilizó la mansión como su refugio vacacional después de dejar la Casa Blanca. Raphael pagó cerca de 2 millones de dólares por ella, pero solo vivió allí durante seis años, entre 1985 y 1991, antes de venderla en 2002.

Conocida como la Casa de la Colina, al sur de Miami Beach, ofrecía unas vistas impresionantes al mar, rodeada de jardines, con una gran piscina y un diseño neoclásico que le hacía honor a su ilustre dueño anterior. En 1987, Raphael y su mujer, Natalia Figueroa, abrieron las puertas de su mansión a la revista Lecturas, mostrando el lujoso interior que reflejaba el buen gusto de la pareja. En ese entonces, el cantante confesó que tener un hogar tan tranquilo después de tantos años de carrera era esencial para su bienestar. La propiedad no escatimaba en detalles de lujo.

Con suelo de mármol blanco y gris, enormes ventanales que daban a la terraza y la piscina, y un comedor con una mesa de cristal rodeada de sillas blancas, todo parecía sacado de una película. Y, por supuesto, no podían faltar los espejos, algo que a Raphael le encantaba tener por todas partes. Además, contaba con un salón de entretenimiento que incluía un cine privado, una bodega de vinos y un bar, lo que la convertía en el lugar perfecto para recibir a sus invitados.

El matrimonio compró esta mansión porque Natalia vivió una pesadilla en Madrid cuando fue secuestrada en su casa de Boadilla del Monte. Mientras Raphael estaba de gira por América, se enteró del horrible suceso a miles de kilómetros de distancia. Después de semejante experiencia, como si no hubiera tenido suficiente con los altibajos de la fama, decidieron que un cambio de aires era lo mejor. Al igual que le ocurrió a Julio Iglesias, quien también sufrió un secuestro en su familia, la solución fue mudarse a Miami, buscando no solo paz y tranquilidad, sino sobre todo seguridad.

Dicho esto, la mansión de Raphael y Natalia en Miami ya no existe, ya que los nuevos dueños decidieron derribarla por completo.