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King Charles III and Queen Camilla during a State Banquet in Rome, on ocassion oficial visit to Italy - 09 Apr 2025

El Rey Carlos III y Camila, llegando al Banquete de Estado en RomaGTRES

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El menú ecológico de Carlos y Camila en su cena de gala en Italia

El pasado jueves 10 de abril, los Reyes británicos concluyeron su histórica visita a Italia, un viaje de cuatro días que ha coincidido con la celebración de su vigésimo aniversario de matrimonio

Esta ha sido la primera vez que Carlos III y la Reina Camila visitan el país transalpino desde que asumieron el trono británico, marcando un hito en sus relaciones diplomáticas y en la consolidación de los lazos entre Italia y el Reino Unido.

Una de las principales citas de esta travesía fue el magnífico banquete de Estado celebrado la noche del miércoles en el Palacio del Quirinal, la residencia histórica del Presidente de la República Italiana. La cena reunió a unas 150 personas de relevancia, entre ellas la primera ministra Giorgia Meloni, altos funcionarios italianos y británicos, así como destacadas personalidades del ámbito cultural y empresarial, como el cantante Andrea Bocelli, quien estuvo acompañado de su esposa. La velada, que se desarrolló en el Salone delle Feste, fue una celebración de la diplomacia y la cultura, y culminó con un brindis del presidente Sergio Mattarella en honor a los monarcas británicos.

El evento también contó con un toque musical especial, cuando el Gaitero del Rey, acompañado por cinco gaiteros del regimiento, ofreció un breve pero emotivo concierto. La velada, que estuvo presidida por el presidente Mattarella y su hija Laura, destacó la buena relación entre Italia y el Reino Unido. El encuentro en el impresionante Salone dei Corazzieri terminó con un banquete que dejó una huella memorable tanto en los asistentes como en la prensa italiana, que no dejó escapar ningún detalle de la ocasión. Antes de profundizar en los momentos más destacados de la jornada, volvamos a echar un vistazo al elegante look de los protagonistas.

La Reina Camila optó por un sofisticado vestido de encaje verde diseñado por Fiona Clare, una de sus favoritas. Complementó su atuendo con un collar de turquesas y diamantes, una joya que perteneció a su madre, Rosalind Shand, quien falleció en 1994. Para darle el toque final, la Reina Consorte eligió unos pendientes de diamantes en forma de pera. En cuanto al Rey Carlos III, lució un traje de gala acompañado de distinguidas medallas, entre ellas el collar de la Orden del Mérito del Reino Unido, la estrella OMRI (Orden del Mérito de Italia) y otras condecoraciones vinculadas a las Órdenes británicas y el Jubileo, que destacaron su alto rango.

Carlos III, junto a Sergio Mattarella, en el brindis de honor

Carlos III, junto a Sergio Mattarella, en el brindis de honorGTRES

Cuatro platos y un postre

Los verdaderos protagonistas de la velada fueron, sin duda, los exquisitos sabores de Italia, cuidadosamente orquestados en un menú diseñado por la chef Chiara Condoluci, bajo la dirección del chef ejecutivo Fabrizio Boca. La cena, compuesta por cuatro platos a base de ingredientes frescos y locales de kilómetro cero cultivados en los jardines de la residencia presidencial de Castelporziano, subrayó el compromiso con la sostenibilidad, reduciendo la huella de carbono y apoyando la producción local.

La noche comenzó con un aperitivo de verduras de la huerta, seguido por unos delicados botones de pasta con caponata de berenjena. El plato principal, una lubina en costra de sal acompañada de patatas asadas, alcachofas y flores de calabacín, culminó en una tarta de fiordilatte y helado de frambuesa, un postre ligero y refrescante que ofreció un final dulce pero saludable, resaltando la suavidad del fiordilatte y el toque ácido y vibrante de la frambuesa.

La prensa italiana, por su parte, no tardó en manifestar su desconcierto y desaprobación respecto a las decisiones tomadas en relación al menú y, en particular, al servicio de la velada. En lugar de seguir la tradicional presentación individual, los platos fueron servidos «a la francesa», es decir, en grandes bandejas compartidas, de las cuales los comensales se servían a su propio gusto. Esta elección, considerada por el medio Dissapore como una reminiscencia de las «cenas de Navidad de la abuela», fue vista por muchos como una opción innecesariamente informal para una ocasión de tal relevancia.

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