El Debate destapa los informes oficiales de 1939
Las actas inéditas de la entrevista de Göering con militares españoles (I)
Se le encargó a Franco que pusiera militares siempre a la cabeza de los departamentos importantes
El gobierno alemán, al finalizar la Guerra Civil, invitó a una comisión militar española. El Ejército español envió una nutrida representación con el objetivo de redactar un informe sobre los Ejércitos alemanes y su industria de guerra para, de este modo, mejorar las capacidades propias.
- El general Queipo en sus Memorias de la Guerra Civil (2008, pág. 324) narra una entrevista con el general Franco en la que hace referencia a «un encargo que me dio Göring para ti (Franco)». Este encargo era que Franco pusiera militares siempre a la cabeza de los departamentos importantes.
El mariscal Göring recibió el 19 de junio de 1939 a los generales Queipo, Aranda y Yagüe y al coronel Orleans. Este último fue quien redactó el informe mecanografiado sobre la Aviación alemana e incluyó la minuta de la entrevista, en la que destacó los siguientes puntos:
- Alemania lo primero que hizo, para poder rearmarse, fue crear rápidamente una aviación militar suficiente para impedir así que fuera aplastada por una aviación enemiga.
- La guerra se gana con la aviación.
- Alemania daba más importancia a la aviación. Por eso, tenía un ministerio del Aire y no del Ejército ni de la Marina.
- Aconsejaba al general Franco que pusiera siempre a militares la cabeza de los departamentos importantes por su patriotismo y alto espíritu del honor.
- Ofreció a España todo lo que le pidiera, principalmente combustible, a cambio de cobre.
Se adjunta fotografía y transcripción de la citada entrevista, inédita hasta la fecha:
«El día 12 de junio de 1939 fueron convidados a casa del mariscal Göring los generales Queipo de Llano, Aranda y Yagüe y el coronel de Aviación Orleans. Recibió a los convidados por el orden indicado y después mantuvieron una conversación general, cuyos puntos más destacados pueden resumirse como sigue:
Explicó el mariscal como el Führer le ordenó crear rápidamente una Aviación de Seguridad. Esta era relativamente pequeña, pero bastaba para impedir que Alemania fuese aplastada impunemente por las aviaciones adversarias. Este fue el primer paso del rearme. Logrado esto, el Führer anunció al mundo que Alemania tenía aviación. Al amparo de esta aviación dio el Führer el segundo paso, creando un gran Ejército sobre la base de los 100.000 hombres permitidos por el Tratado de Versalles. Al mismo tiempo, dio el Führer orden al mariscal de crear una aviación igual a la de sus posibles adversarios. Se aumentó a la par la Marina, aunque el mariscal personalmente no cree en la eficacia de la Marina. Funda esta opinión en el hecho de que la Marina consume demasiado material y horas de trabajo en relación con el poder ofensivo y defensivo. La Marina es demasiado vulnerable por el aire.
El mariscal dice que se puede medir la importancia que Alemania da a las tres ramas de sus Fuerzas Armadas por el hecho de que existe un ministro del Aire, pero no de la Marina y del Ejército.
En vista de la gran profundidad de las zonas fortificadas fronterizas, hay que ganar la guerra con la aviación.
Explica el mariscal como se podría crear rápidamente, en pocos años, una aviación fuerte en España, pero que tardaríamos mucho más en crear un Ejército que pese en Europa y que nunca podríamos crear a la par una Marina que pese algo, si es que la Marina puede sernos útil.
Explica que desde su punto de vista tenemos que hacer inmediatamente tres cosas:
1º. Crear una aviación fuerte.
2º. Fortificar nuestras tres fronteras, sobre todo el Pirineo.
3º. Fortificar Baleares y Canarias.
Logrado esto, seríamos una potencia respetable en Europa.
El general Aranda le expone la necesidad de montar cuanto antes una fábrica de combustible en España parecida a las alemanas. Sin esto, estamos perdidos.
El Mariscal dice que, si España le da cobre, Alemania dará todo lo que pidamos: máquinas, patentes, ingenieros, etc.
El general Queipo le explica que España tiene lignitos, pizarra, etc. en cantidades suficientes para fabricar todo el combustible necesario.
El mariscal explica que, como jefe del Plan de Cuatro Años, tiene plenos poderes del Führer para tomar las decisiones necesarias.
Añade el mariscal que el Führer le ha encargado el Plan de Cuatro Años, no porque fuera perito en industria, de la cual sabía poco, ni perito financiero, de lo cual no sabía nada (dice que nunca tuvo dinero, pero sí deudas). Le ha nombrado jefe del Plan de Cuatro Años porque es militar de acción.
Como amigo de España, estima que no hay que perder tiempo y ruega a los presentes aconsejen al general Franco que ponga siempre a la cabeza de todos los departamentos, de la industria, del comercio y otras entidades importante del Estado, a militares profesionales. Como razón expone que los políticos desde luego son gente retorcida y los industriales y comerciales piensan en coste y ganancias.
El militar profesional es hombre de acción, dispuesto al sacrificio, nunca ha pensado en remuneración, siempre ha sido poco pagado, tiene un alto concepto del honor y del patriotismo por su abolengo, por su educación y por el ambiente en que vive.
Se le deben dar consejeros técnicos, pero manda el militar.
Cuando tenga el honor de ver al general Franco lo diré estos consejos con la franqueza que caracteriza a un soldado.
Así se ha hecho en Alemania y pueden verse los resultados. En algún departamento falta aún por hacer.
Explica el mariscal que podemos creer que es amigo sincero de España, puesto que cuando los primeros días del Movimiento España pidió ayuda a Alemania, el Ejército expuso al Führer que no podía enviar a nadie. La Marina hizo lo mismo y él le dijo al Führer: DIE LUFTWAFFE MACHT ES ALLEIN. ´Las Fuerzas Aéreas lo harán ellas solas´, y envió a España una quinta parte de todo lo que tenía entonces. Hoy sería una fracción insignificante.
Cree haber demostrado su cariño a España y haber visto claramente la importancia para el mundo de la victoria de Franco».