Gonzalo Guerrero, el soldado que fue a conquistar América y acabó matando españoles junto a los mayas

La historia de España en América está llena de actos heroicos y grandes personajes como Cortés, Pizarro, Ponce de León y muchos otros extremadamente famosos y algunos no tanto como Gonzalo Guerrero.

Este hombre nació en Palos de la Frontera sobre 1470, fecha que le atribuyen los historiadores, aunque podría ser un poco antes o un poco después. La situación en la Península en aquellos momentos auguraba la pronta caída de Granada, el poderío talasocrático de Aragón en el Mediterráneo y el creciente poder de Castilla en la Península y las ansias de llegar más allá.

Gonzalo Guerrero en ese contexto se convirtió en soldado y como arcabucero participó en la caída de Granada en 1492 desde donde se trasladó, siguiendo las órdenes del Gran Capitán a Nápoles para reforzar las posiciones españolas en la península italiana en un momento de unificación de las coronas de Castilla y Aragón, la pugna con el Papado, las ciudades-estado italianas y con Francia en el norte... sin descuidar a los otomanos en el este.

En 1510 y tras la determinación de Fernando el Católico de adueñarse de los territorios colombinos entregados a Colón con las Capitulaciones de Santa Fe debido al inmenso poder que éste podía acabar desarrollando en las islas con su monopolio. Y escudado en la mala y tiránica gestión del navegante, Fernando el Católico decidió invitar a todas aquellas personas que tuviesen medios y disposición de ir a América a hacerlo. Y de esa forma Gonzalo Guerrero viaja a América que se encontraba en una grave crisis de gobierno en la región debido a los conflictos entre los administradores del territorio y los exploradores que buscaban capturar riquezas y esclavos.

Náufrago en el Yucatán

Vasco Núñez de Balboa, que descubrió el «mar del sur» (Océano Pacífico) decidió saltar de las islas del Caribe a las regiones de la actual Panamá (zona del Darién) donde fundó Santa María de la Antigua del Dairén. Allí acabó recalando Gonzalo Guerrero que saldría en 1511 a navegar hasta su naufragio frente a las costas del Yucatán donde luchó contra los cocomes.

La historia en este momento cambió para Gonzalo Guerrero que fue hecho esclavo, pero gracias a su experiencia militar en Granada, Nápoles y América consiguió ganarse la confianza del cacique local. Toda la tripulación había muerto ahogado, asesinado o por extenuación. Solo habían sobrevivido él y Gerónimo de Aguilar. Este último, en su cautiverio, se mantuvo firme a su identidad, mientras que Guerrero acabó por asimilar la cultura de la tribu hasta tal punto que el jefe cacique Taxmar, que sabía que habían luchado contra los cocomes, nombró a los españoles consejeros de guerra quienes innovaron la estrategia india para hacerla mucho más afectiva.

Más adelante, Aguilar sería entregado al jefe de la ciudad de Ichpaatún y más tarde al líder Nacom de la ciudad de Balam a quien salvaría del ataca de un caimán. Por su parte, Gonzalo Guerrero acabaría su transformación completa: tatuajes y mutilaciones le cubrían todo el cuerpo ya que de esta manera se aseguraba su rango como jefe maya.

Cuando Hernán Cortés –que había desembarcado en las costas de México– quiso liberarle del cacique maya, Guerrero se niega aduciendo a su cargo como jefe maya, su matrimonio con la hija de Na Chan Can, jefe de Ichpaatún, y sus tres hijos. Había renegado por completo de su cultura madre, abrazando la cultura mesoamericana y haciendo la guerra a los españoles.

Un español contra los españoles

En el intento de rescate Gerónimo de Aguilar decide volver con Cortés declarando que siempre mantuvo fiel al Rey, Dios y su cultura. A su vez acusa a Gonzalo Guerrero de mezclarse con los indios, tener esposas infieles e incluso hijos razón por la cual abandonó todo y se hizo totalmente maya.

El desertor se dedicó a establecer alianzas con los clanes y tribus mayas que habitaban las ciudades. Les instruyó en el arte de la guerra, especialmente en luchar contra los expedicionarios españoles que generó graves problemas a los españoles en su conquista del Yucatán debido a la capacidad guerrera y la planificación estratégica adquiridas gracias a Gonzalo Guerrero quien logró expulsar a Grijalva, Hernandez de Córdoba en 1517 y a Cortés en 1518 y luchó contra los Montejo (padre e hijo) y Dávila. Este pensó que el español convertido en maya había muerto en 1531 cuando, buscando la ciudad de Chetumal y las supuestas minas de oro que se le atribuía, unos mayas le revelaron información sobre que había muerto de forma natural.

Sin embargo su fallecimiento se produjo cinco años después durante una batalla contra las tropas de Lorenzo de Godoy, momento en el que fue atravesado por una flecha de ballesta en el vientre y recibió un disparo de arcabuz mientras acudía a socorrer la ciudad de Cicumba. El cuerpo inerte de Gonzalo Guerrero quedó ocultó detrás de unas palmeras donde los mayas, tras ser derrotados, volvieron a recoger su cuerpo para lanzarlo al río Ulúa que desemboca en el Caribe.

El padre del mestizaje hispanoamericano

Durante muchos años se pensó que el romance de Hernán Cortés y Malinche representaba el inicio del mestizaje entre españoles y los pueblos hispanoamericanos pero antes de eso existió el romance y la mezcla de sangres entre Gonzalo Guerrero y Zazil Há (hija de Na Chan Can) siendo el padre real del mestizaje en América.

Sin embargo, este personaje si fuera inglés tendríamos decenas de películas, series, libros y hasta dibujitos animados, pero siempre generó rechazo en la sociedad española hasta hace poco. A Gonzalo Guerrero se le representó como un hombre degenerado por una cultura atrasada que le absorbió convirtiéndole de un hombre civilizado a un salvaje, sin embargo con el mito del «buen salvaje» y con el proceso nacionalista centroamericano e indigenista actual ven en Guerrero un origen heroico y casi mítico de su propia identidad sincrética mientras que en España, por desgracia, es un personaje que pasa desapercibido.