¿Cuál es la reliquia más rara de la Iglesia?

No hay idea de cuando surgió la devoción a la reliquia, la primera mención que se hace de ella la sitúa en el día de navidad del año 800, cuando Carlomagno se la entregó al Papa León III como regalo. Estoy hablando de una santa reliquia que tuvo una fuerte devoción, al punto que llegaron a existir entre diez y dieciséis santos Prepucios y, según el profesor Robert Palazzo, 31 iglesias afirmaron poseerlo en un momento u otro de la historia.

Esa primera reliquia, la de Carlomagno, puede que tuviera su origen en un regalo de boda de la emperatriz Irene de Bizancio, como afirma alguna fuente, pero es todo conjetura. La Descriptio Laternansis Ecclesia, un texto que se cita bastante pero del que no he encontrado ninguna referencia ni transcripción, dice –según los que lo citan– que se situó en la capilla de san Lorenzo, en el palacio Laterano, dentro de un relicario hecho con madera de ciprés. Parece que esta fue la que sería robada durante el saqueo de Roma (1527) por un lansquenete alemán, quien sería capturado en la villa de Calcata, en la provincia de Viterbo.

Sobre el año 1100 llegó otro santo Prepucio a la ciudad de Amberes, esta vez su origen fue la primera cruzada y su donante el Rey Balduino I de Jerusalén. Se creó una capilla especialmente para el en la catedral de Amberes y una cofradía que se encargaba de su culto. En 1503 el Rey Enrique VII de Inglaterra e Isabel de York regalaron unas vidrieras que todavía se conservan. La reliquia desapareció en 1566 con la explosión de furia iconoclasta que se desató ese verano. La abadía de Charroux, en la Auvernia francesa, afirmaba tener otra regalo de Carlomagno, desapareció en el siglo XVI para ser reencontrada en 1865. Hildesheim, en Sajonia, la adquirió por donación de un caballero cruzado y la abadía prosperó frente a la de Prum que solo podía mostrar las Sandalias de Jesucristo. Conques, Langres, Fécamp, Chartres tenía dos, Melt otra, lo mismo que Puy en Velay... Hasta la catedral de Santiago de Compostela.

A lo largo de la historia muchos eruditos y escritores (Voltaire, Juan Hus, Santa Catalina de Siena, Anastasio Sinaita, León Alatio...) discutieron sobre el culto y la realidad de este. La duda era que si Jesucristo resucitó, resucitaría con todo no dejando partes sueltas por ahí. Al final, en 1900, el Vaticano decidió suprimir el Culto a la reliquia del Santo Prepucio pasando a ser devoción piadosa. También se prohibió, bajo pena de excomunión, la investigación y publicación sobre ello. La última muestra del culto a la reliquia se celebraba en la villa de Calcata donde, todos los años, se llevaba a cabo una procesión precedida por el relicario que contenía el prepucio que había estado en Roma. Así hasta el año de 1983 en que el relicario de Calcata desapareció misteriosamente ¿robo u otra cosa? No se sabe. Los habitantes de Calcata están convencidos que que fue robada por orden del Vaticano y, tercamente, continua realizando su procesión todos los años, eso sí, sin su querida reliquia.