Hallan 30 gemas romanas cerca del Muro de Adriano
Estas piedras semipreciosas tienen 2.000 años de antigüedad, fueron talladas a mano y se utilizaban para decorar los anillos que portaba la élite romana
Un equipo de arqueólogos ha encontrado 30 gemas romanas cerca del muro de Adriano que datan de hace 2.000 años dentro del marco de excavaciones del proyecto «Descubriendo la Carlisle romana» iniciado en 2017 por expertos de Wardell Armstrong, una consultora especializada en medioambiente, ingeniería y minería. Según los investigadores, las piedras fueron talladas a mano y servían para decorar los anillos de la élite romana.
En Carlisle Cricket Club, en el distrito de Stanwix y a unos pocos metros de la fortaleza romana llamada Uxellodunum que defendía el muro de Adriano, descubrieron unas termas construidas durante la estancia del Emperador Septimio Severo en la antigua Luguvalium (la actual Carlisle) a principios del siglo III, en el transcurso de sus campañas en Escocia.
Un casa de baños
Los primeros trabajos que se realizaron en este yacimiento sacaron a la luz diversas habitaciones, un sistema de calefacción por suelo radiante, tuberías de terracota, pavimentos intactos, azulejos pintados y diversos fragmentos de ollas. Ahora, en las recientes excavaciones, los arqueólogos han podido rescatar 30 piedras semipreciosas que pertenecieron a los oficiales romanos de alto rango que frecuentaban la casa de baños. Según el arqueólogo Frank Giecco y experto en la Gran Bretaña romana, las piedras probablemente se desprendieron de los anillos de los bañistas debido al vapor de los baños y se perdieron en los desagües.
«El metal se dilata. Si la piedra no está bien sujeta, puede caerse, como ocurre hoy cuando la gente se baña. Imagino que las gemas recuperadas del desagüe se acumularon con el tiempo, y debemos recordar que mucha gente utilizaba esos baños», ha explicado el profesor Marin Henig, experto en arte romano de la Universidad de Oxford.
Los grabados tenían gran simbología
Estas gemas –conocidas como intaglios por los grabados que presentan– muestran, entre otras cosas, a Venus sosteniendo una flor o un espejo y un jaspe marrón rojizo que representa a un sátiro sentado sobre rocas junto a una columna sagrada. Giecco ha calificado este hallazgo de «increíble» ya que «no se encuentra este tipo de joyas en yacimientos romanos de bajo estatus».
Más allá de la estética y fines decorativos, las imágenes grabas en las gemas tenían una simbología: representaban temas militares, como el dios Marte sosteniendo una lanza; y de fertilidad representada con el dibujo de un ratón ya que los romanos veían en estos animales un símbolo de renacimiento o fertilidad. Los intaglios que datan de finales del siglo II o III d. C., miden unos cinco y 16 milímetros, por lo que la precisión para grabar las imágenes en ellos tendría que ser asombrosa, subraya el experto.
Durante esta campaña, los arqueólogos también han desenterrado más de 40 horquillas para el cabello, 35 cuentas de vidrio, una figura de Venus de arcilla, huesos de animales y azulejos con sellos imperiales impresos, lo que hace pensar a los investigadores que esta casa de baños era una construcción monumental utilizada no solo por la guarnición acuartelada en Uxellodunum, sino también por la élite romana que vivía en Luguvalium.