Grupo Natividad-CEU
No eran reyes ni eran tres: la verdadera historia de los Magos de Oriente
Desconocemos si eran tres y no tenemos datos de que fueran reyes. En cuanto al término «mago»… tampoco queda del todo claro
San Mateo es el único de los evangelistas que dedica un par de versículos a los Magos de Oriente (Mt 2,1-2). Desconocemos si eran tres y no tenemos datos de que fueran reyes. En cuanto al término «mago»… tampoco queda del todo claro. Para adentrarnos en esta enigmática figura hemos de remontarnos a Heródoto (S. V a. C.). Este historiador griego nos revela que pertenecían a una de las tribus medas, de condición sacerdotal y con conocimientos científicos y astrológicos.
Así lo afirmarán, siglos después, tanto Cicerón (106-43 a.C.) como Plino el Viejo (ca. 23-79 d.C.). Ahora bien, semejantes saberes serán motivo tanto de admiración… como de sospecha, por lo que su figura no siempre gozará de buena estima y menos en la época de las primeras comunidades. El propio san Pablo los llamará «hijos del diablo» (Hch 13,10) y Tertuliano (ca. 155-240 d.C.) y san Agustín (354-430 d.C.) no dudarán en advertir acerca de las obras de estos.
En cuanto a su procedencia… ¿sabemos de dónde venían? san Mateo revela, únicamente, que procedían «de Oriente». En este punto, son la arqueología y los estudios del astrólogo austriaco Konradin Ferrari d’Occhieppo (1907-2007), experto en la estrella de Belén, los que arrojan luz sobre el asunto. El hallazgo de unas tablillas cuneiformes con cálculos astronómicos en una zona de la antigua Babilonia manifiesta que existía un importante centro astronómico en aquella zona vigente en época de Augusto.
Los motivos que les impulsaron a partir hacia Belén fueron, según los resultados del congreso de 2014 –La estrella de Belén; perspectivas astronómicas e históricas. Un debate multidisciplinar– la participación en una embajada parta en Siria, en el marco de la cual, tuvieron en cuenta el fenómeno de la triple alineación del año 7 a.C. analizado por astrónomos como Kepler (1571-1630).
¿Y si no eran tres?
Queda aún por resolver la cuestión del número de magos que se presentaron ante el Niño. Las tradiciones siríaca y armenia hablan de doce magos; pero la tradición occidental, encabezada por Orígenes de Alejandría (185-253) abogará por tres, por ser este el número de presentes que le ofrecieron al Hijo de Dios.
Y qué decir de los nombres, ¿Melchor? ¿Gaspar? ¿Baltasar? San Mateo no los nombra en los evangelios y, sin embargo, se hallan tremendamente arraigados en la tradición desde hace siglos. Concretamente, desde que los mosaicos de san Apolinar el Nuevo en Rávena (S. VI) fueron acompañados con estas inscripciones al pie de cada uno de ellos.
Paralelamente, un evangelio apócrifo, el Evangelio armenio de la Infancia (S. VI) los presenta de este modo: «el primero era Melkón, rey de los persas; el segundo, Gaspar, rey de los indios; y el tercero, Baltasar, rey de los árabes» (Evangelio armenio de la Infancia XI, 1).
Posteriormente, volverán a aparecer mencionados en un manuscrito de la Biblioteca Nacional de Francia (Exerpta Latina Barbari, S. VIII), y en las obras de Beda el Venerable (672ca.-735) (In Evangelium S. Matthaei I,2) y de Petrus Comestor (S. XII) (Historia Scholastica. In Evangelia VIII). La literatura española hizo también su aportación al respecto otorgando una curiosa referencia a los tres magos en el Poema de Mío Cid: «Tres reyes de la Arabia te vinieron adorar; sus nombres eran Melchor, y Gaspar y Baltasar» (Poema de Mío Cid, 336-337).
Tan solo dos versículos evangélicos y múltiples tradiciones, conjeturas y leyendas de gran belleza. Nombres, número, regalos, origen… las incógnitas adornan la figura de estos tres magos que colocamos junto al Niño cada Navidad. Sin duda, su enigmática identidad es también parte de la «magia» que los envuelve.
- Grupo Natividad CEU: es un grupo de investigación sobre el origen y las manifestaciones de la Navidad formado por profesores y alumnos de Facultad de Humanidades y C.C. de la Comunicación de la Universidad CEU-San Pablo.