Descubren cómo fue destruida la ciudad natal de Goliat gracias a una nueva tecnología
Los arqueólogos han encontrado la evidencia de un gran incendio en la ciudad bíblica, supuestamente habitada por gigantes Anakim
Gat, la capital de los filisteos, era conocida por ser una de las ciudades más importantes del siglo X a.C. y el hogar del legendario gigante Goliat. Ahora, un grupo de científicos ha utilizado una nueva tecnología basada en el campo magnético terrestre con la que se ha podido confirmar la destrucción de esta ciudad filistea que se registra en 2 Reyes 12:17: «Por entonces Hazael, Rey de Aram, subió y atacó a Gat y la capturó. Luego se volvió para atacar a Jerusalén».
La investigación ha revelado que su desaparición no fue un proceso gradual, sino que fue el resultado de un gran incendio que tuvo lugar alrededor del año 830 a.C. Los expertos encontraron ladrillos de arcilla que fueron expuestos a un calor extremo durante el incendio, una evidencia de esta catástrofe que ha permitido averiguar el momento exacto de la destrucción y ayudar a reconstruir los eventos que llevaron a la caída de la ciudad.
La ciudad de los gigantes
Mencionada con frecuencia en la Biblia y en otras fuentes antiguas y situada en el sur de Israel en el montículo de Tell es-Safi, fue una metrópoli con una extensión de más de 50 hectáreas, llegando a superar en tamaño a ciudades contemporáneas como Jerusalén. Pasó a la historia por ser la cuna de varias figuras bíblicas, entre ellas a Goliat, quien según la narrativa bíblica fue derrotado por David en un combate desigual y épico.
Además de su importancia bíblica, Gat también es recordada en la tradición como una ciudad de los «Anakim», una raza de gigantes que habitaban la tierra cananea temprana, lo que podría estar relacionado con los registros de la correspondencia de El-Amarna del siglo XIV a.C.
La desmagnetización térmica
Según un artículo publicado en PLOS ONE, los autores de la investigación han explicado el funcionamiento de la desmagnetización térmica, la tecnología que les ha permitido detectar arcilla quemada y estimar su temperatura de cocción en materiales arqueológicos. Dicho avance parte del hecho de que los materiales pierden su magnetización cuando se calientan a ciertas temperaturas.
Por esta razón, los investigadores aplicaron esta técnica para determinar si una estructura de ladrillos específica descubierta en Gat había sido quemada in situ, como podría suceder cuando es destruida por un enemigo.
Hasta el momento había dudas sobre si Gat fue destruida en este ataque del Rey Hazael o si la metrópolis filistea sólo quedó en mal estado porque la mayoría de sus residentes huyeron. Tampoco se sabía claramente si los ladrillos de arcilla de los edificios fueron cocidos o no. No obstante, los análisis que reflejan la nueva investigación confirman que, contrariamente a las suposiciones anteriores, las paredes de Gat aparentemente estaban hechas de ladrillos de arcilla sin cocer.
Por lo que la señal de quema de ladrillos no procedía del calentamiento en el horno, sino de un fuego provocado después de su construcción, informan los arqueólogos en su artículo. Una parte del edificio también debió derrumbarse en este incendio, como sugieren los análisis de los escombros. La magnetización de los ladrillos lo demuestra.
Según los arqueólogos, sus análisis muestran que la capital filistea no fue construida con ladrillos cocidos ni que se fue deteriorando con el tiempo. En cambio, aseguran que debe haber habido un gran incendio en Gat en la época de la guerra con el Rey Hazael, que pudo haber destruido grandes partes de la ciudad en un período de tiempo relativamente corto. Al mismo tiempo, los resultados confirman que el método de cocer ladrillos aún no era común en Israel durante las Edades del Bronce y del Hierro.