Exposiciones históricas
Así es la exposición sobre el Muro de Berlín, el mayor símbolo de división de la historia
La exposición estará disponible hasta finales del mes de mayo, después se trasladará a otras ciudades para una gira internacional
En noviembre del año pasado, coincidiendo con el aniversario de la caída del Muro de Berlín, la Fundación Canal presentaba una exposición con más de 20 metros del muro y una amplia colección de más de 300 objetos acompañados de vídeos y testimonios.
El recorrido de la muestra dura aproximadamente 120 minutos, sin embargo, debido a todo el contenido extra interactivo que, enriquece notablemente la inmersión en la visita, es mejor ir sin prisas para disfrutar de ella. Bien organizada, es recomendable hacerla de forma lineal, para entender todo el contexto histórico.
La mañana del 13 de agosto de 1961 los berlineses despertaron viendo como en la frontera del sector soviético se levantaban barreras y se arrancaban los adoquines de las calles. En los días sucesivos, los rollos de alambre se fueron sustituyendo por paneles de hormigón, comenzaba la construcción del Muro de Berlín que durante veintiocho años fue el símbolo visible de la división entre occidente y la URSS, entre la libertad y el comunismo. Traspasarlo se convirtió en la constante vital de más de 100.000 ciudadanos de la RDA. Algunos lo consiguieron, otros no.
Hasta finales de mayo en Madrid se puede ver la exposición El Muro de Berlín. Un mundo dividido que acoge la Fundación Canal Madrid. Con más de 300 objetos originales y testimonios inéditos, la exposición sumerge al visitante en una experiencia única gracias a una audioguía interactiva y de códigos QR que, a lo largo de todo el recorrido, completan la información con diferente contenido audiovisual. Merece la pena ir con tiempo para disfrutar de la visita.
El comienzo de la exposición es ya toda una declaración, 20 metros del propio muro reciben al visitante antes de comenzar con los antecedentes históricos. El frío gris del hormigón deja sin aliento. Para entender su construcción este viaje de más de dos horas por la Historia nos lleva primero a la carrera por el armamento nuclear que comienza con los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki y que continúa con el enfrentamiento (Guerra Fría) entre Estados Unidos y la Unión Soviética, las dos grandes potencias que se hicieron con el control hegemónico una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial.
Berlín, una vez acabada la guerra en 1945, queda divida en cuatro sectores de ocupación: soviético, estadounidense, francés e inglés. Cuatro años después los sectores occidentales pasan a denominarse República Federal Alemana y el sector oriental (soviético) República Democrática Alemana. Durante 12 años, la ciudad vivió en un constante ir y venir de productos de estraperlo y alimentos escondidos en cochecitos de bebé.
¿Por qué? Las diferencias entre la maltrecha economía soviética, el sueño comunista de pan para todos se evidenciaba como una farsa para los millones de berlineses que habían quedado atrapados en el lado oriental, esta situación produjo que desde 1949 hasta 1961 más de tres millones de personas abandonaran el hambre y las penurias para abrazar un Berlín que, desde el lado occidental disfrutaba ya del florecimiento económico y del progreso.
Y así, a pesar de que unos meses antes Walter Ulbricht, primer secretario del partido socialista unificado dijera que nadie pensaba construir un muro, miles de soldados se apostaron en la línea divisoria entre los dos sectores mientras se iban levantando concertinas provisionales hasta convertirse en el Muro.
Y detrás, la tragedia humana de aquellos que quisieron abrazar la libertad y en su empeño se dieron de bruces con la muerte. El ingenio de aquellos que usaron los objetos más peregrinos para esconderse y huir. Los testimonios de los que, víctimas del régimen comunista, tuvieron que enfrentarse a la Stasi y los gulags. Hasta que el 9 de noviembre de 1989, con el final de la Guerra Fría, el muro fue derribado. Comenzaba una nueva era.