Las 17 reuniones entre Hitler y Mussolini que marcarían el rumbo de la Segunda Guerra Mundial

Durante los años que Adolf Hitler y Benito Mussolini estuvieron gobernaron en sus respectivos países, se entrevistaron en 17 ocasiones. No todas ellas tuvieron una significativa importancia. El tema era demostrar que el Eje Alemania e Italia se mantenía imperturbable delante del enemigo que quería acabar con ellos. La primera de estas entrevistas tuvo lugar el 13 de junio de 1934 en Venecia. En ella ambos dignatarios se vieron para planificar el futuro y el avance de la guerra.

Aquella primera visita la podemos considerar de estado: ambos se pasearon y quedaron inmortalizados en cientos de fotografías. Durante esos días no se tomó ningún acuerdo de estado, pues tampoco estaba previsto que esto ocurriera.

Mussolini, un modelo a seguir para Hitler

Por aquel entonces Mussolini era para Hitler un personaje a imitar. ¿Por qué? El mandatario italiano había fundado los Fasci di Combatimento, que el 23 de marzo de 1919 dio paso al Partido Nacional Fascista. Por su parte, Hitler creó el Partido Nazi (NSDAP) el 24 de febrero de 1920. Mussolini asumió el poder en Italia en 1922. Hitler lo intentó sin éxito en Alemania hasta 1933. La que podríamos llamar escalada colonialista o imperialista italiana, en Libia y Abisinia, fue anterior a la de Hitler, que la inició en 1934. Mussolini fue el primero en llamarse duce. Luego Hitler escogió para él el de führer.

Había una fascinación por parte de Hitler hacia el fascismo italiano. Es más, los símbolos iniciales del Partido Nazi estaban basados en los italianos. Podemos decir que ambos se admiraban en la distancia hasta aquel primer encuentro en Venecia. Como hemos dicho, aquella visita no debía servir para concretar acuerdos. Eran dos dirigentes políticos, que mutuamente se admiraban, y decidieron conocerse.

Eran dos dirigentes políticos, que mutuamente se admiraban, y decidieron conocerse

Eso sí, el encuentro bilateral sirvió para que se iniciara una cooperación entre ambos países. Mussolini la definió cono el Eje Roma-Berlín, en 1936. Aquella soberbia, por decirlo de alguna manera, de Mussolini, no le gustó a Hitler. En aquel momento no dijo nada. Ahora bien, cuando en 1940 se firmó el acuerdo con Japón, este se conoció como Eje Berlín-Roma-Tokio. De esta manera tan sutil Hitler puso las cosas en su sitio.

El siguiente encuentro, 3 de mayo de 1938, fue clave. En aquella ocasión Hitler estuvo siete días en Italia. Visitó Roma, Florencia y Nápoles. El tercer encuentro se produjo el 18 de marzo de 1940. En aquella ocasión estuvo en Brennero, muy cerca de la frontera austríaca. Trataron de futuras operaciones militares y de la implicación de Italia en la guerra.

Hubo una cuarta reunión en Múnich el 18 de junio de 1940, para hablar del armisticio pedido por Francia; a la que le seguiría otra en Brennero el 10 de octubre de 1940, para hablar de temas relacionados con Francia. El 28 de octubre de 1940 habría otra convocatoria en Florencia tras la invasión italiana de Grecia; en Berchtesgaden (Baviera), 19 de enero de 1941, con motivo de los reveses que Italia sufrió durante la Segunda Guerra Mundial. Nuevamente se verían las caras en Brennero, el 2 de junio de 1941, donde analizaron la situación española y el futuro con la URSS. Y el 19 de julio de 1943 en Feltre, al norte de Venecia, Hitler intentaría convencer a Mussolini para que no rompiera el Pacto Roma-Berlín. No tuvo suerte. Los aliados habían invadido Sicilia y firmaron un armisticio con estos. El pacto se rompió, sin embargo, el gobierno fascista se mantuvo al lado de Hitler.

Estas fueron las más destacadas entrevistas entre Hitler y Mussolini. A estas debemos añadir la del 30 de septiembre de 1938, cuando se incorporaron los Sudetes (Checoslovaquia) a Alemania. En aquella ocasión se reunieron Mussolini, Herman Göring, Neville Chamberlain y Edourad Daladier. Las otras no tuvieron una significativa relevancia. Entre medio, el 23 de octubre de 1940, Hitler se entrevistó con Francisco Franco en Hendaya. En ella Hitler quiso tantear una posible entrada de España en la I Guerra Mundial. Aquella entrevista resultó infructuosa debido a las exigencias de Franco. Este le pidió la devolución de Gibraltar, la cesión del Marruecos francés, de una parte de la Argelia francesa y el Camerún francés.

Asimismo, el 24 de octubre de 1940 Hitler se entrevistó con Philippe Pétain en Montoire-sur-le-Loir para pedirle que el Gobierno de Vichy apoyara a las fuerzas del Eje. El 12 de noviembre de 1940 Hitler se entrevistó con Molotov, ministro de exteriores soviético, en Berlín, aunque no llegaron a ningún acuerdo. Por su parte Mussolini y Franco se reunieron en Bordighera el 11 de febrero de 1941. En ella el duce también le pidió que España se uniera al Eje y entrara en guerra, a lo que Franco se volvió a negar.