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El cementerio de Sutton Hoo

El cementerio de Sutton Hoo

Hallan las piezas faltantes del tesoro encontrado en el gran cementerio funerario de la Inglaterra medieval

Los nuevos fragmentos serán añadidos al resto del cubo, que se expone al público habitualmente en el centro de interpretación del yacimiento de Sutton Hoo, High Hall

En la propiedad de Sutton Hoo (Woodbridge, Suffolk), entre 1938 y 1939, la terrateniente Edith M. Pretty contrató al arqueólogo autodidacta Basil Brown, enviado por el Museo de Ipswich, para excavar una serie de montículos que había en su propiedad. Los hallazgos de Brown mostraron que se trataba, como Pretty sospechaba, de túmulos funerarios, pero no eran túmulos cualesquiera, ni databan, como se había pensado en inicio, de época vikinga: se trataba del mayor descubrimiento arqueológico de época anglosajona jamás hallado, y uno de los yacimientos más fascinantes del mundo, pues cambiaría para siempre el paradigma que se tenía de lo que, hasta entonces, se había concebido como una «época oscura».

Los túmulos, dieciocho en total, revelaron la existencia de un cementerio utilizado entre los siglos VI y VII d.C., de capital importancia para conocer la historia del reino de Anglia Oriental. Además de armamento ceremonial, instrumentos musicales, diversos objetos en oro y gemas e importaciones de lujo del Imperio bizantino, se documentó el enterramiento en un barco funerario de quien probablemente se trataba del rey Raedwald de Anglia Oriental. Todos estos objetos pusieron de relieve que lo que antes se entendía como una época «oscura» era, realmente, el tiempo de auge de potencias comerciales y marítimas entre las islas y el continente.

Barco funerario encontrado en Sutton Hoo

Barco funerario encontrado en Sutton Hoo

Una vez se dio a conocer la importancia del descubrimiento, la Office of Works y el Museo Británico asumieron el control de las excavaciones, que pasaron a ser efectuadas por C. Phillips y su equipo: W. F. Grimes, Margaret y Stuart Piggott, O.G.S. Crawford, B. Wagstaff y M.K. Lack. Estos sucesos se narran –con torpeza– en la película The Dig (Simon Stone, 2021).

Una de las piezas más icónicas del conjunto es el afamado yelmo de dragón con visera, que inspiró a J.R.R. Tolkien en la creación del yelmo de Dor-lómin para su atribulado personaje Túrin Turambar. Tratándose de uno de los yacimientos más relevantes de todo el Reino Unido, lógicamente ha continuado siendo objeto de investigación durante décadas.

Yelmo de dragón encontrado en Sutton Hoo

Yelmo de dragón encontrado en Sutton HooRobin Pattinson / National Trust

Un nuevo proyecto de investigación en Sutton Hoo, liderado por el National Trust, el programa Time Team y FAS Heritage, ha revelado ahora los resultados de las excavaciones y su hallazgo más relevante: nuevos fragmentos de un cubo ornamentado de procedencia bizantina, conocido como el Cubo de Bromeswell.

Se trata de un artefacto de 1500 o 1400 años de antigüedad, posiblemente fabricado en Antioquía. Originalmente se halló en la campaña de excavación emprendida en 1986, aunque algunos fragmentos similares a los encontrados ahora ya habían aparecido en otro sondeo en 2012. Cuando el rey Raedwald de Anglia Oriental (si es que efectivamente se trata de él) fue enterrado junto a este fastuoso ajuar, el cubo en cuestión ya contaba con 100 años de antigüedad.

Cubo bizantino hallado cerca del yacimiento de Sutton Hoo

Cubo bizantino hallado cerca del yacimiento de Sutton HooMartin Atkinson / National Trust

Fabricado en una aleación de cobre, el cubo muestra un friso con una escena de caza y combate con leones situada en contexto norteafricano (Siria o Nubia), un motivo decorativo muy del gusto romano. Contiene una inscripción en griego, que reza: «Disfrútalo con salud, maestro conde, por muchos años», por lo que se especula que pudo haber sido un regalo diplomático.

Los nuevos fragmentos serán añadidos al resto del cubo, que se expone al público habitualmente en el centro de interpretación del yacimiento de Sutton Hoo, High Hall.

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