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La batalla de Lepanto

La batalla de Lepanto

¿Sabes quiénes son los cinco héroes de Lepanto?

La batalla marcó un antes y un después en la historia de Europa, no solo por su dimensión estratégica, sino porque supuso la victoria de la cristiandad frente al dominio otomano en el Mediterráneo

El 7 de octubre de 1571, el destino de Europa se jugó en las aguas del golfo de Lepanto. La Liga Santa, una coalición cristiana encabezada por España, Venecia y los Estados Pontificios, se enfrentó al poder naval del Imperio otomano. La batalla marcó un antes y un después en la historia de Europa, no solo por su dimensión estratégica, sino porque supuso la victoria de la cristiandad frente al dominio otomano en el Mediterráneo. Más allá de la táctica, las naves y el enfrentamiento, merece la pena recordar a cinco marinos que participaron, de una u otra forma, en la gran gesta naval.

El héroe al frente de la cristiandad

Retrato de Juan de Austria. Obra de Alonso Sánchez Coello

Retrato de Juan de Austria. Obra de Alonso Sánchez Coello

El joven infante Don Juan de Austria obtuvo una gran responsabilidad al ser el elegido para liderar a la armada cristiana. En las horas previas a la batalla, Don Juan explicó la importancia de la causa a sus hombres, porque no solo era cuestión de táctica militar sino de moral. Su estrategia, centrada en atacar de forma decidida el centro de la flota otomana, resultó clave. Bajo su mando, la Liga Santa consiguió una victoria que no solo desmanteló gran parte del poderío naval turco, sino que también restauró la confianza en las fuerzas cristianas, muy golpeadas tras las derrotas de los años anteriores.

El manco de Lepanto

Detalle del Cuadro 'Miguel de Cervantes', de Augusto Ferrer-Dalmau

Detalle del Cuadro 'Miguel de Cervantes', de Augusto Ferrer-DalmauAugusto Ferrer-Dalmau

En este relato de coraje no podemos olvidar la figura de Miguel de Cervantes, que mucho antes de ser el novelista universal del género de caballerías fue militar al servicio de la corona española. A bordo de la galera Marquesa, Cervantes luchó con una fiereza inquebrantable, pese a estar gravemente enfermo en los días previos. Según relatan las crónicas, su voluntad de combate lo llevó a pedir que lo colocaran en uno de los puestos más peligrosos de la nave, la proa. Durante el intercambio de disparos, cañonazos y estocadas, Cervantes recibió tres disparos: dos en el pecho y uno en la mano izquierda, que quedaría inutilizada para siempre. De aquello creó literatura y afianzó el apodo de manco de Lepanto.

El almirante imbatible

Álvaro de Bazán

Álvaro de Bazán

Álvaro de Bazán ya tenía consagrado un nombre y en Lepanto lo ratificó como apoyo a la primera línea de batalla. Está considerado como uno de los grandes estrategas navales de la historia naval española. Aunque su contribución a la batalla no fue desde el primer plano, envió varias naves desde la retaguardia para afianzar las líneas que conseguirían acabar con la flota otomana y su presencia subió la moral de los combatientes. Hay que recordar que Bazán fue el hombre en el que confiaban Felipe II y Don Juan de Austria para dirigir las operaciones navales de gran parte de la flota real.

El diplomático en el campo de batalla

Retrato del militar y político español Luis de Requesens y Zúñiga

Retrato del militar y político español Luis de Requesens y Zúñiga

A menudo olvidado, Luis de Requesens fue otra pieza clave en la batalla de Lepanto. No solo destacó como hombre de acción, sino también como estratega. Fue uno de los principales artífices de la formación de la Liga Santa, asegurando que las potencias cristianas se unieran contra el enemigo común. Fue gobernador de Milán y hombre de confianza de Don Juan de Austria, al que asesoró en todo momento, también durante la batalla en la galera real. Se encargó junto a otros de supervisar de cerca la ejecución del plan de ataque y fue fundamental para que la coalición cristiana consiguiera la victoria.

El soldado fiel

Detalle de la portada del libro El maestre de campo Lope de Figueroa

Detalle de la portada del libro El maestre de campo Lope de Figueroa

Por último, cabe destacar al maestre de campo, Lope de Figueroa, militar español al mando de 14 compañías del Tercio de Granada, que embarcaron en las galeras de España y Nápoles. Soldado experimentado, a lo largo de la batalla no dudó en ponerse al frente de las cargas más peligrosas, defendiendo las galeras cristianas del abordaje otomano. Su nombre, desconocido para el público general, no quita importancia a su participación en la contienda. De hecho, tras la victoria fue el encargado de entregar el estandarte otomano capturado y una relación de los detalles del combate a Felipe II: «Vuestra Majestad debe mandar se den por todas partes infinitas gracias a nuestro Señor por la victoria tan grande y señalada que ha sido servido conceder en su armada, […] embio también a D. Lope de Figueroa para que como persona que sirvió y se halló en esta galera, de manera que es justo V.M. le mande hacer merced, signifique las particularidades que V.M. holgare entender…».

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