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Óleo que representa la batalla naval de Gravelinas de la Armada Invencible y la flota inglesa

Óleo que representa la batalla naval de Gravelinas de la Armada Invencible y la flota inglesa

Entrevista a Agustín Rodríguez, doctor en Historia y autor de La leyenda negra de la Armada española

«Inglaterra evitaba el choque directo con la Armada española y recurría a corsarios por miedo a la derrota»

El doctor en Historia analiza los mitos, errores y mentiras de la Invencible, la batalla de Trafalgar y el desastre del 98. Episodios de nuestra historia que siguen suscitando interés y polémica

Agustín R. Rodríguez, doctor en Historia y el mayor especialista en Historia Naval española, advertía en su última entrevista con El Debate que a veces, «se hacen reflexiones sobre la historia que en parte son interesadas» y en otras, se escoge «el camino fácil para explicar los procesos históricos». Y esta ha sido la narrativa que ha predominado para abordar la Armada española, la cual «encarna una gran historia de éxitos, a pesar de las numerosas mentiras que persiguen sus principales victorias y sus supuestas derrotas», según se describe en las sinopsis de su nuevo ensayo: La leyenda negra de la Armada Española. Mitos, errores y mentiras desde la Invencible y Trafalgar al Desastre del 98 (Esfera de los libros).

A lo largo de sus 320 páginas, el también académico correspondiente de la Real Academia de la Historia analiza estos tres episodios repletos de bulos, pues la versión negrolegendaria ha hecho creer que «los españoles consiguieron su imperio oceánico por un afortunado azar, no por sus dotes como marinos, ni en navegación, ni en combate ni en el diseño y construcción de buques», indica en conversación con este medio.

Portada del libro La Leyenda Negra de la Armada española

Portada del libro La leyenda negra de la Armada española

Según confiesa, escribe este libro porque «solo recientemente nuestros tradicionales rivales en la lucha por los mares —británicos y franceses, especialmente, y más puntualmente holandeses y estadounidenses— han cambiado su perspectiva». Sin embargo, esto contrasta con la visión de autocrítica tan asumida en España «por el impacto de la Emancipación americana y [el desastre] del 98, cuando —apunta— curiosamente el Imperio español ha durado mucho más tiempo que el británico o el francés».

No obstante, «el transcurso de los siglos ha puesto de relieve lo erróneo del juicio». Porque, a decir verdad, ni España perdió la hegemonía de los mares en el siglo XVI ni la denominada Armada Invencible fue la gran derrota militar que la propaganda anglosajona dejó escrita. Además, la batalla de Trafalgar demostró cómo la Armada Ilustrada, arrastrada por errores políticos hacia un auténtico desastre, supo actuar de manera profesional y heroica incluso en las circunstancias más adversas.

Por otro lado, frente a la imagen que proyectó la prensa sensacionalista estadounidense de una Armada española arrasada por una fuerza acorazada y una tecnología superior durante la breve guerra contra Estados Unidos en 1898, el historiador presenta una fuerza que, lejos de ser anticuada o estar en decadencia, mantuvo su poderío en la vanguardia desde los albores de la Edad Moderna hasta comienzos del siglo XX.

— ¿Cuáles son las verdaderas razones de la derrota en Trafalgar?

— En primer lugar, por la inviable alianza entre la España de Carlos IV y la Francia de Napoleón, en el segundo, la nula respuesta francesa a las innovaciones tácticas y técnicas británicas que resultaron decisivas, y la opuesta y más racional de los españoles.

¿Cómo influyó la propaganda británica en la construcción de la leyenda negra sobre España tras la derrota en Trafalgar?

— En este caso no fue tan importante, pues británicos y españoles habían sido aliados contra la Revolución Francesa y volvieron a serlo tres años después de Trafalgar.

¿Hasta qué punto la derrota de Trafalgar fue un factor determinante en el declive del poder naval español?

— Pese a su importancia no fue decisiva, pues la toma de La Habana en 1762 fue mucho más seria, tanto por los buques perdidos, como por su astillero, importancia estratégica, etc. Y a esa pérdida se unió poco después la de Manila, pero España se recuperó y ganó la guerra siguiente, apoyando decisivamente la independencia de los EE.UU. Lo verdaderamente decisivo fue la invasión de Napoleón tres años después de Trafalgar con la destrucción y saqueo de toda España, y la Emancipación americana, aparte de la división ideológica de la sociedad española.

¿Existen elementos de la leyenda negra en la forma en que se narró la batalla desde la perspectiva española?

— Se hizo hincapié en la resistencia heroica de los españoles en el combate, pero se ha solido ignorar su preparación y modernización para la lucha.

— ¿Cuál fue el impacto real de la Armada Invencible en la historia naval europea, y hasta qué punto su fracaso fue resultado de factores ajenos a las capacidades navales de España?

— Se redujo al fracaso del intento de invasión de Inglaterra, y se debió al erróneo mando de Medina-Sidonia y a su falta de iniciativa, siguiendo estrictamente las órdenes de Felipe II. Por lo demás, en ambos bandos murieron muchos más por epidemias a bordo o en tierra y por hambre que en los combates, como era lo habitual en mar y en tierra para la época y mucho después.

¿Qué papel jugó la percepción de la invencibilidad de la Armada española en el desarrollo de la guerra contra Inglaterra y otros enemigos de la época?

— En que normalmente evitaron el choque directo y recurrieran a los corsarios en aguas lejanas y poco defendidas, cuando hicieron lo contrario fracasaron, como muestra la propia vida de Drake.

¿En qué medida la derrota de la Armada Invencible se convirtió en un mito que ocultaba las verdaderas razones detrás de su fracaso?

— Tras la pérdida de Normandía en la «Guerra de los 100 años» era la primera victoria que se apuntaba Inglaterra, pero el tratado de paz fue en 1604 y fue favorable a España. La primera colonia inglesa sólo se fundó en 1607, Jameston, y tuvo una existencia precaria.

¿Era invencible la 'Armada Invencible'?

— Pese a los mitos, el buque más grande y potente de ambas flotas era inglés, y los buques ingleses eran más numerosos que los españoles. Aparte de la decisiva ventaja de luchar en sus propias costas.

¿Cómo se percibe el Desastre del 98 en términos de la capacidad naval española en comparación con los avances tecnológicos y estratégicos de las potencias emergentes, como Estados Unidos?

— Aunque los Estados Unidos eran superiores industrialmente a España, no lo eran tan claramente en el terreno militar y naval, pues entonces no eran aún la potencia que han llegado a ser desde entonces. Muchos de los buques españoles se hallaban en construcción muy retrasada y no pudieron intervenir, o faltos del adecuado mantenimiento y/o de elementos esenciales... incluso bastantes de los que lucharon.

¿Hasta qué punto el Desastre del 98 fue una consecuencia inevitable de los problemas internos de España, y en qué medida podría haberse evitado si se hubiera tomado una dirección estratégica diferente?

— Sobre ello se ha especulado a menudo, proverbialmente por la «Generación del 98», pero la razón fundamental fue el aislamiento diplomático de España, dependiente de importaciones en tecnología naval del extranjero, singularmente británicas. Gran Bretaña pensaba que Cuba, Puerto Rico y Filipinas estaban perdidas para España, y temiendo que cayeran en manos de potencias rivales, como Alemania o Francia, prefirió apoyar a los «primos americanos».

¿Cuál fue la reacción inmediata dentro de la Armada española tras la pérdida de las últimas colonias, y cómo afectó esta derrota a la moral de la institución?

— Obviamente de pesar, ante la rápida y contundente derrota, pero se reaccionó adecuadamente, acercándose a Londres y a la tecnología británica y reorganizando la Armada en todos los sentidos, incluyendo la industria y las construcciones navales. Además, la defensa ahora era más factible que en las dispersas posesiones por todo el planeta.

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