Reino Unido
El Brexit agudiza el desabastecimiento
A la crisis de carburantes ahora se le suma la falta de carniceros
La crisis de carburantes inglesa se vive ya a diario. Desde inicios de semana, conductores británicos se han encontrado con gasolineras cerradas por falta de suministros, poniendo en pausa una vez más el país tras la pandemia. ¿La causa? la escasez de manos humanas sobre el volante; una ausencia de camioneros y transportistas impide que las reservas de gasolina lleguen a sus consumidores
Aunque su primer ministro Boris Johnson insista (intentando despistar) de que la culpa la tiene la pandemia, no cuesta ver que el índice de inmigración ha bajado desde el Brexit, ya que la retirada de la ley de libre movimiento europea frena la entrada a millones de potenciales camioneros extranjeros.
Cunde el pánico tanto dentro como fuera del parlamento de Westminster. Johnson consideró el uso del ejército inglés, asignando a los soldados el rol de transportistas en caso de extrema necesidad. Mientras tanto, la compra masiva de gasolina por miedo al desabastecimiento total causó que las gasolineras se quedasen sin combustibles mucho más rápido, contribuyendo al caos vivido en los últimos días.
Pero según Boris Johnson, las cosas van mejorando. Ante la demanda popular de darle prioridad de acceso a los servicios sanitarios y de emergencia, el líder del partido conservador declaró tener «confianza» en el hecho de que no haría falta, ya que la situación se está «estabilizando». No fueron necesarios, finalmente, los 150 pilotos de tanques que el secretario de defensa Ben Wallace fue ordenado desplegar.
Una fuente del gobierno ha confirmado que, efectivamente, un 16% de todas las gasolineras del país estaban ya al máximo – un avance respecto al 10% en el peor momento de la crisis. La Asociación de Expendedores de Petróleo (PRA) apoya la declaración alegando «señales» de que la presión en las gasolineras se aliviaba.
Es un gobierno que primero niega que hay un problema, luego le echa la culpa a otro, y termina por encontrar una solución a medias
Pero parece que el Reino Unido se enfrentará a más problemas por falta de personal; la industria granjera teme tener que desechar a cientos de miles de cerdos por falta de carniceros. Esta nueva escasez de mano de obra se debe al problema recurrente de insuficiencia de visados para trabajadores extranjeros en sectores que los ingleses no quieren tomar.
Ahora el gobierno británico planea expeditar visados temporales para camioneros y carniceros, pero no prevé de momento intervenir en ninguna otra industria. Temen que la escasez dure hasta navidad.
La gestión de Johnson no puede evitar oler a Brexit; respuestas de otros políticos alegan a la torpeza del Reino Unido como causante directo del desabastecimiento. El ganador de las elecciones alemanas, Olaf Scholz, negó tener en mente una colaboración Alemania-Reino Unido respecto al problema del carburante; «ya […] trabajamos muy duro para que se quedasen en la Unión Europea», recuerda, achacando el problema de carburantes a la falta de inmigración.
Sir Keir Starmer, líder del Partido Laborista -rival histórico de los conservadores de Johnson- ha aprovechado para criticar la administración de Westminster. Argumenta que se debería haber «dado prioridad a los trabajadores esenciales» y sobre todo «expedir suficientes visados» para suplir la carencia de transportistas.