EEUU sostendrá el primer diálogo en persona con los talibanes desde la salida de Afganistán

Una delegación de Estados Unidos se reunirá con altos representantes de los talibanes en Doha el sábado y el domingo en su primera reunión cara a cara de alto nivel desde que Washington retiró sus tropas de Afganistán, dijeron a Reuters dos altos funcionarios de la administración.

La delegación estadounidense de alto nivel incluirá funcionarios del Departamento de Estado, USAID y la comunidad de inteligencia de EEUU presionará a los talibanes para garantizar el paso seguro y continuo de los ciudadanos estadounidenses y otras personas fuera de Afganistán y para liberar al ciudadano estadounidense secuestrado Mark Frerichs, dijeron los funcionarios.

Otra de las principales prioridades será hacer que los talibanes cumplan su compromiso de no permitir que Afganistán se convierta nuevamente en un semillero de Al Qaeda u otros extremistas mientras presionan al grupo para que mejore el acceso a la ayuda humanitaria, ya que el país enfrenta la perspectiva de una situación «realmente severa». y probablemente imposible evitar «la contracción económica», apuntaron funcionarios estadounidenses.

El equipo de EEUU incluirá al Representante Especial Adjunto del Departamento de Estado, Tom West, así como a la principal funcionaria humanitaria de USAID, Sarah Charles. Del lado de los talibanes, asistirán funcionarios del gabinete, aseguraron los funcionarios.

«Esta reunión es una continuación de los compromisos pragmáticos con los talibanes que tenemos en curso sobre asuntos de interés nacional vital», afirmó un alto funcionario de la administración, que prefirió mantenerse en el anonimato.

La reunión no implica reconocimiento

«La reunión no trata de otorgar reconocimiento o conferir legitimidad. Mantenemos claro que cualquier legitimidad debe ganarse a través de las propias acciones de los talibanes. Necesitan establecer una trayectoria sostenida en el tiempo», señaló el funcionario.

Las dos décadas de ocupación estadounidense de Afganistán culminaron en agosto con un puente aéreo organizado apresuradamente en el que más de 124.000 civiles, incluidos estadounidenses, afganos y otros, fueron evacuados cuando los talibanes tomaron el poder. Pero miles de otros afganos aliados de Estados Unidos en riesgo de persecución de los talibanes se quedaron atrás.

Washington y otros países occidentales están lidiando con decisiones difíciles a medida que una grave crisis humanitaria se cierne sobre Afganistán. Están tratando de formular la forma de interactuar con los talibanes sin otorgarles la legitimidad que busca, al tiempo que garantizan que la ayuda humanitaria fluya hacia el país.

Muchos afganos han comenzado a vender sus posesiones para pagar alimentos cada vez más escasos.

La salida de las fuerzas lideradas por Estados Unidos y muchos donantes internacionales le robaron al país las subvenciones que financiaron el 75% del gasto público, según el Banco Mundial.

Si bien hubo una mejora para que los actores humanitarios obtengan acceso a algunas áreas en las que no han estado en una década, los problemas aún persisten, indicó el funcionario estadounidense, y agregó que la delegación estadounidense presionará a los talibanes para que mejoren.

«En este momento, nos enfrentamos a algunos problemas de acceso reales. Hay muchos desafíos para garantizar que las trabajadoras humanitarias tengan acceso sin obstáculos a todas las áreas», aseveró el funcionario, quien añadió que que Washington necesitaba ver una mejora por parte de la Talibanes en este frente.

Derechos de las mujeres

Si bien los talibanes han prometido ser más inclusivos que cuando dirigieron el país entre 1996 y 2001, Estados Unidos ha dicho repetidamente que juzgará al nuevo gobierno talibán basándose en sus hechos y no en sus palabras.

Los talibanes salieron de sus altos escalones internos para ocupar los puestos más altos en el nuevo gobierno provisional de Afganistán anunciado el mes pasado, incluido un asociado del fundador del grupo militante islamista como primer ministro y un hombre buscado en una lista de terrorismo de Estados Unidos como ministro del Interior. No había extranjeros ni mujeres en el gabinete.

El jefe de política exterior de la Unión Europea apuntó el domingo a que su comportamiento hasta ahora «no era muy alentador».

«Ciertamente presionaremos a los talibanes para que respeten los derechos de todos los afganos, incluidas las mujeres y las niñas, y para que formen un gobierno inclusivo con un amplio apoyo», apuntó el funcionario estadounidense.

Añadió que existían discrepancias entre las promesas de los talibanes de un paso e implementación seguros y continuos.

«En la práctica, la implementación de sus compromisos ha sido desigual. Es cierto que a veces recibimos garantías de ciertos niveles, pero luego el cumplimiento de esas garantías ha sido realmente desigual», zanjó el funcionario.