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El yihadista esconde su rostro durante el juicio

El yihadista esconde su rostro durante el juicioAFP

Alemania

Cadena perpetua para un yihadista del Estado Islámico por genocidio

Es la primera vez en el mundo que un tribunal juzga como «genocidio» la violencia sufrida por los yazidíes

Un iraquí de la organización yihadista Estado Islámico (EI) fue condenado el martes a cadena perpetua por «genocidio» contra la minoría yazidí por un tribunal alemán, la primera sentencia de este tipo en el mundo.

Los jueces del Tribunal regional de Fráncfort reconocen a Taha al Jumailly, de 29 años, «culpable de genocidio, de crimen contra la humanidad que provocó muertos, de crimen de guerra y complicidad en crímenes de guerra».

Es la primera vez en el mundo que un tribunal juzga como «genocidio» la violencia sufrida por los yazidíes, aunque los investigadores de la ONU ya la calificaron en esos términos.

La lectura del veredicto se interrumpió porque el acusado se desmayó justo después de conocer la sentencia.

El iraquí Taha al Jumailly, que se unió al EI en 2013, fue reconocido culpable de haber dejado morir de sed a una niña yazidí de 5 años durante el verano de 2015 en Faluya (a unos 70 kilómetros de Bagdad), a la que había «comprado como esclava» junto a su madre, según la acusación.

La exmujer de Al Jumailly, Jennifer Wenisch, de 30 años, ya fue condenada el mes pasado a diez años de reclusión por «crimen contra la humanidad que provocó la muerte» de la niña.

La madre de la pequeña, Nora B., explicó durante el proceso el calvario que sufrió su hija, «atada a una ventana» en el exterior de la casa, bajo temperaturas que «podía alcanzar los 50 ºC», según la fiscalía.

La minoría étnica y religiosa yazidí fue especialmente perseguida por el EI, esclavizando a las mujeres y matando a los hombres, después de haber invadido en agosto de 2014 los montes Sinyar, en el noroeste de Irak.

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