La presencia de tropas en ambos lados de la frontera entre Polonia y Bielorrusia ha generado temores de un enfrentamiento
Crisis migratoria
Bielorrusia repatría a otros 417 migrantes
Minsk reduce poco a poco la presión fronteriza, crisis migratoria de carácter humanitario
Un nuevo vuelo de repatriación con 417 migrantes indocumentados a bordo salió hoy desde Bielorrusia con destino a Erbil, capital de la región del Kurdistán iraquí, informó el Aeropuerto Nacional de Minsk en su cuenta de Telegram.
En el Boeing 747-400 de Iraqi Airways viajan 415 adultos y dos niños menores de dos años.
De esta manera, desde mediados de noviembre más de 1.800 iraquíes que se vieron varados en la frontera bielorruso-polaca sin posibilidad de cruzar a la Unión Europea (UE) han abandonado Bielorrusia para regresar a su país de origen.
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El primer avión con migrantes que desearon abandonar Bielorrusia salió de la capital bielorrusa el pasado 18 de noviembre con 431 personas a bordo.
A finales de noviembre hubo otros dos vuelos a Bagdad con más de 600 migrantes indocumentados embarcados, y hace cinco días partió otro avión de repatriación a Irak con 427 migrantes a bordo.
Además, mañana habrá por primera vez un vuelo de repatriación de Bielorrusia a Damasco, operado por la aerolínea siria Cham Wings, según dijeron a Efe el Aeropuerto Nacional de Minsk, que no ha precisado cuántos sirios se han registrado para volver a su país.
La crisis en la frontera bielorruso-polaca cumplirá este miércoles un mes, ya que fue el 8 de noviembre cuando las fuerzas de seguridad bielorrusas trasladaron masivamente a migrantes indocumentados al puesto de control Bruzgui-Kuznitsa, donde se concentraban durante dos semanas intentando entrar en la UE.
Según Minsk, en la república exsoviética se encuentran cerca de 7.000 migrantes, de los que unos 2.000 se acercaron a la frontera con Polonia, hasta que el 16 de noviembre el régimen del presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, abrió una improvisada nave industrial para acogerlos en Bruzgui.
La UE ha calificado de «guerra híbrida» la instrumentalización de migrantes indocumentados por Minsk para tratar de desestabilizar a los Veintisiete.
Lukashenko ha dicho que intentará resolver antes de finales de año el problema en la frontera, pero a la vez ha dejado claro que no obligará a esas personas a regresar a sus respectivos países si no lo desean.
Según el mandatario bielorruso, el Estado ha gastado unos 25 millones de dólares en ayudas y el mantenimiento de los migrantes en la frontera con Polonia.
