Secuestro en Haití
Liberan en Haití a otros tres misioneros del grupo de 17 secuestrados
Tras la liberación de los tres misioneros y de otros dos a finales de noviembre, permanecen en manos de los captores 12 miembros del grupo
Tres misioneros cristianos de los 17 secuestrados en Haití en octubre han sido liberados por el grupo criminal local 400 Mawozo, según informó por medio de un comunicado la organización Christian Aid Ministries.
Los tres misioneros liberados se suman a los otros dos que recuperaron la libertad a finales de noviembre. Otros 12 misioneros siguen en manos de los secuestradores.
En el comunicado de Christian Aid Ministries, se hace hincapié en que los liberados «están sanos y parecen encontrarse de buen humor».
«Al igual que en las anteriores liberaciones, no podemos proporcionar los nombres de las personas liberadas, las circunstancias en que se ha producido la liberación ni otros detalles».
El comunicado de Christian Aid Ministries finaliza pidiendo oraciones por los misioneros y sus familiares que siguen secuestrados «para que puedan reunirse con sus seres queridos».
Según la información publicada en su sitio web, esta organización cristiana, con sede en Ohio, pretende ser «un canal eficiente y fiable para grupos e individuos amish, menonitas y anabaptistas conservadores en su ministerio de ayuda psíquica y física alrededor del mundo».
El proyecto en el que trabajaban los misioneros secuestrados consistía en proporcionar techo, alimentos y ropa a niños de Haití, muchos de ellos afectados por el terremoto que devastó parte del país en agosto, en el que murieron 2.200 personas y otras 12.700 resultaron heridas. Muchas casas, hospitales, escuelas y carreteras quedaron destruidas.
El secuestro de los 17 misioneros, 16 estadounidenses y un canadiense se produjo el pasado mes de octubre cerca de la capital de Haití, Puerto Príncipe, por hombres armados de 400 Mawozo.
Esta banda criminal es una de las más activas del país y es conocida por sus secuestros a misioneros y religiosos cristianos. El pasado mes de abril, criminales de este grupo secuestraron a diez sacerdotes católicos, a los que liberó a lo largo de las semanas siguientes.
Los misioneros de Christian Aid Ministries viajaban por carretera desde el orfanato de Croix des Bouquets hacia Tintanyen, localidad situada al norte de Puerto Príncipe. El secuestro tuvo lugar en algún punto de dicha ruta.
Según narró a CNN el antiguo director de Christian Aid Ministries, Dan Hooley, los misioneros viajaban juntos en un mismo vehículo, y algunos pudieron enviar mensajes desde el teléfono móvil durante el secuestro.
Uno de ellos, incluso, fue capaz de enviar su localización, lo que facilitó la identificación del grupo responsable.
Según Washington Post, uno de los misioneros estadounidense envió un mensaje de ayuda por un grupo de Whatsapp: «¡Por favor, rezad por nosotros! Nos están tomando como rehenes, han secuestrado a nuestro conductor. Rezad, rezad, rezad. No sabemos a dónde nos llevan».
Los secuestradores exigieron un rescate de 17 millones de dólares por cada uno de los misioneros y la liberación de uno de sus líderes, pero el gobierno de Estados Unidos se ha negado a establecer cualquier tipo de negociación con los captores. En cambio, el gobierno estadounidense envió desde el comienzo del secuestro a un equipo del FBI sobre el terreno.
Además de las dificultades que atraviesa el país debido a las consecuencias del terremoto del pasado mes de agosto, y de la crisis económica endémica afectada por una fuerte recesión en el marco de la pandemia de coronavirus, Haití se encuentra inmerso en una profunda crisis política desde el asesinato el 7 de julio del presidente Jovenel Moïse.
En el año 2021, la inseguridad en Haití ha aumentado con un incremento de los secuestros de casi el 300% desde el mes de julio, coincidiendo con el asesinato del presidente Moïse. El Centro de Análisis y de Investigación en Derechos Humanos informa de que, entre enero y octubre, se han producido al menos 803 secuestros en el país.
La pobreza extrema en la que se encuentran muchos ciudadanos haitianos, la inseguridad creciente y la incapacidad del estado de tomar el control y de hacer remontar la economía, lastrada por los frecuentes desastres naturales, han empujado a muchos ciudadanos a emigrar a la vecina República Dominicana, Estados Unidos y Latinoamérica.