Rusia y Ucrania
Los países europeos amenazan a Putin: «Si invades Ucrania, habrá duras consecuencias»
Por separado, las naciones europeas amenazan con sanciones a Moscú
La amenaza de Rusia a Ucrania pareció alcanzar su punto más álgido la semana pasada, cuando el presidente de Estados Unidos Joe Biden intervino en una cumbre virtual con su homólogo ruso Vladimir Putin. Su advertencia fue clara: occidente no toleraría una agresión rusa al territorio ucraniano, y las fuerzas americanas defenderían el derecho a la soberanía de Ucrania.
Entonces eran más de 100.000 las tropas que Moscú había desplegado junto a la frontera ucraniana. Asimismo, los satélites de la inteligencia americana captaron el transporte de artillería pesada, armamento militar, sistemas de misiles, y provisiones médicas para una larga estancia de los soldados rusos en sus trincheras.
Lejos de relajar la ofensiva tras su reunión con Biden, el Kremlin de Vladimir Putin mantiene su presión fronteriza y la amenaza velada de invadir Ucrania.
La respuesta de Occidente no se ha hecho esperar: las organizaciones internacionales condenan un posible ataque de Rusia, y tanto Alemania como Francia y Reino Unido se pronuncian en defensa a Ucrania. A pesar de que ningún bloque ha detallado aún cuáles serán sus represalias, hay un mensaje unánime: la invasión a Ucrania traerá duras consecuencias.
«Impondremos medidas sin precedentes a Rusia, con serias consecuencias», sentenció el día 15 de diciembre la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von del Leyen. Advierte a Rusia que el bloque tiene un amplio paquete de sanciones adicionales si Moscú decide invadir su país vecino.
Sin dar más detalles, Von der Leyen recordó al Parlamento Europeo las sanciones económicas que ya impusieron a los sectores financieros y energéticos de Rusia, debido a su anexión de la península ucraniana de Crimea en 2014.
El coste de una invasión sería catastróficamente alto
Tampoco dio detalles Alemania. La nuevísima ministra de Exteriores Annalena Baerbock, que efectuó la semana pasada su entrada en el Bundestag, amenazó a Rusia con «inmensas consecuencias» en el evento de una invasión violenta.
«Pedimos un diálogo honesto y abierto», sugirió Baerbock en una llamada telefónica con su homólogo Sergei Lavrov. «La integridad territorial de Ucrania no se puede violar».
En la rueda de prensa que siguió a la llamada, Baerbock declaró: «Cualquier tipo de intervención en la soberanía de Ucrania tendrá inmensas consecuencias sobre el régimen ruso tanto de naturaleza económica como diplomática».
También Emmanuel Macron, presidente de Francia, se hizo eco de ese apoyo a Ucrania. Confirmó la semana pasada la determinación francesa de ayudar a Ucrania a preservar su integridad territorial y soberana, en una llamada de teléfono con el líder ucraniano Volodymyr Zleneksy.
«Creo que nuestro principal objetivo es evitar cualquier tensión innecesaria», comentó Macron al respecto. «Desplegaremos nuestros recursos para asegurar que Ucrania tiene una buena perspectiva».
La última nación europea en vocalizar su apoyo a Ucrania ha sido el Reino Unido. Una ministra de la oficina de Exteriores, Vicky Ford, advirtió de «enormes consecuencias estratégicas» que incluyen «severas sanciones económicas» si Rusia invade.
Fue clara: «Cualquier incursión militar de Rusia en Ucrania sería una metedura de pata estratégica», comentó, añadiendo que «el Gobierno ruso tendrá que atenerse a profundas consecuencias. El coste de una invasión sería catastróficamente alto».
Frente a los últimos movimientos de Rusia en la frontera con Ucrania, Europa presenta un frente relativamente unido, compartiendo una misma amenaza: consecuencias aún sin especificar, que seguramente incluirían sanciones de carácter económico, diplomático, y energético.