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Eric Zemmour, candidato presidencialAFP

Francia

Eric Zemmour vuelve a despertar polémicas: «Quiere excluir a los niños discapacitados de la educación convencional»

El candidato presidencial francés se ha visto envuelto en una lluvia de críticas tras sus últimas declaraciones

El candidato derechista Eric Zemmour llenaba titulares desde antes incluso de presentar su candidatura a las presidenciales del próximo abril. Caracterizado por sus polémicas opiniones y audaces declaraciones públicas, los seguidores de Zemmour alaban su lenguaje sin tapujos y su afán por «decir lo que todo el mundo piensa», pero nadie se atreve a pronunciar. Una de esas declaraciones ha despertado las críticas del público francés; de ser elegido presidente, el polemista «separaría a los niños en los colegios», y crearía nuevos centros «exclusivamente para discapacitados».

«Pienso que la obsesión por la inclusividad es una mala imposición para estos niños», argumentó el candidato durante una reunión con enseñantes de la región de Honnecourt-sur-Escaut. Se refería a los sistemas escolares que permiten a niños con discapacidades compartir clase con los demás. «Terminan sobrepasándolos, a los pobres».

«Por eso considero que deberían existir centros especializados que se ocupen de los discapacitados», terminó Zemmour.

Los comentarios no han tardado en suscitar la ira de la oposición. La ministra de Estado encargada de la discapacidad, Sophie Cluzel, recurrió a la red social Twitter para fustigar al polemista. «Es una declaración lamentable». Luego, criticó en la cadena televisiva BFMTV la que considera «una visión miserable y excluyente de la discapacidad».

«Entiendo que es algo complicado, pero realmente es un honor para Francia el poder educar a estos niños entre los demás», añadió la ministra. Muchos otros políticos defienden su perspectiva; «Es escandaloso», lamenta Damien Abad, jefe de personal de los diputados del partido La República. El político, que también sufre de una discapacidad, alega que la iniciativa «es una segregación en todos los niveles».

«Sí, deberíamos estar obsesionados con la inclusividad. Pido una disculpa pública», terminó Abad.

Por su parte, la candidata Valérie Pécresse, favorita después de Macron en el marco electoral, denuncia la «brutalidad» de los propósitos del polemista: «Quiere excluir a los niños discapacitados de la educación convencional».

Durante su visita a una isla de refugiados en Grecia, la política continuó: «Las familias [con niños discapacitados] están lidiando una guerra, buscan que se reconozca la dignidad de sus hijos. Claro que necesitamos estructuras especializadas, pero centradas en la inclusión de estos niños más frágiles».

«Para cuidarlos mejor»

No contento con tanta crítica de cara a las elecciones, Eric Zemmour utilizó su cuenta de Twitter para defender y desarrollar sus opiniones.

«Por supuesto, hay casos en los que ingresar [a los niños discapacitados] en centros convencionales es algo positivo, que les permite progresar, sociabilizar. Pero hay otros casos, muy reales, y más de los que parece, en los que es un sufrimiento para estos niños», puntuó.

«Lo que quise decir es que no quiero que la obsesión por inclusividad nos lleve a descuidar la necesidad de centros especiales», prosigue, en un argumento que contradice sus anteriores palabras. «Es una posición ideológica, como siempre. Alguien decidió que era mejor juntar a todo el mundo. Yo pienso lo contrario, no para separarlos, sino para cuidarlos mejor».

Con esta declaración, que encasilla las necesidades de los niños discapacitados como «posición ideológica», el candidato pide que «se tengan en cuenta los casos individuales de cada niño», con la posibilidad de «vínculos entre los centros convencionales y especializados».

Con su recién inaugurado partido «¡La Reconquista!», Eric Zemmour supera las expectativas habituales para un bloque nuevo. Muchos críticos franceses opinan que es un candidato sin futuro, catalogado por la prensa y la comunidad internacional como «ultraderechista». Pero las últimas encuestas colocan a Zemmour cuarto en la votación, con un 13 % del voto. El polemista que estrena con estas elecciones su carrera política ya supera a la socialista Anne Hidalgo, actual alcaldesa de París. Sin embargo, está muy por detrás de las candidatas Marine le Pen y Valérie Pécresse, que empatan con el 17 % del voto, y a kilómetros del presidente Macron, que para la reelección contaría con el apoyo de un 23 % de los votantes.

Aún si pierde las elecciones, Zemmour tendrá este verano una buena noticia: en mayo nacerá el bebé que espera con su jefa de campaña Sarah Knafo, 35 años más joven que él. Será su cuarto hijo, sumándose a los que ya tiene con su mujer Mylène Chichportich, con la que sigue casado. El adulterio con Knafo es uno de los muchos escándalos que perjudican la reputación de Zemmour