Dimite el presidente de Armenia en medio de una profunda crisis política
El poder Ejecutivo recae principalmente en el primer ministro y el puesto de presidente es un rol eminentemente protocolario
El presidente armenio, Armen Sarkisian, anunció este domingo su renuncia, alegando que a causa de su rol, eminentemente protocolario, ha sido incapaz de «influir» en la política de su país, que atraviesa una verdadera crisis.
El anuncio se produce tras un período de inestabilidad en esta pequeña nación del Cáucaso con dificultades económicas y tras una sangrienta guerra con Azerbaiyán por el enclave de Nagorno Karabaj.
La guerra, que dejó más de 6.000 muertos, supuso el despliegue de fuerzas de paz rusas en la disputada región montañosa.
La humillante derrota de Armenia y la pérdida a finales de 2020 de Nagorno-Karabaj acabaron por desencadenar masivas protestas callejeras y una crisis interna que enfrentó a Sarkisian con el primer ministro Nikol Pashinyan.
El presidente no cuenta con las herramientas necesarias para influir en los procesos importantes de la política exterior y nacional en tiempos difíciles para la gente y el país.
«Esta no es una decisión emocional y sigue una lógica específica», agregó Sarkisian en un comunicado difundido en su página web oficial. El poder Ejecutivo recae principalmente en el primer ministro Nikol Pashinyan.
Cambios en la Constitución
En el centro del desacuerdo entre Sarkisian y Pashinyan está la destitución del jefe del Estado Mayor del ejército armenio, ya que el primero se negó a firmar una orden del segundo para la remoción, un duro golpe para un primer ministro en dificultades.
El jefe de Estado argumentaba que la crisis de Armenia no podía aplacarse con frecuentes cambios de personal en las estructuras de dirección del Estado.
El domingo, Sarkisian denunció una «realidad en la que el presidente no puede vetar las leyes que considera malas para el pueblo y el país».
«Espero que los cambios en la Constitución se apliquen finalmente y que el próximo presidente y la administración presidencial puedan actuar en un entorno más equilibrado», detalló el comunicado.
La Constitución de Armenia estipula que el Parlamento, controlado por partidos afines a Pashinyan, debe celebrar una votación para decidir el próximo presidente en un plazo de 35 días.
Antiguo profesor de física, Armen Sarkisian, nacido en 1953 en Ereván, la capital, fue primer ministro en 1996-1997, antes de ser elegido por una amplia mayoría parlamentaria como presidente en marzo de 2018, tras haber sido embajador en Reino Unido.
El anuncio de su dimisión se produjo poco después de una visita a los Emiratos Árabes Unidos, tras la cual su oficina dijo que se tomaría un tiempo libre para someterse a controles médicos, sin dar más detalles.
Desde el desmantelamiento de la Unión Soviética, la economía de Armenia conoce dificultades. El dinero enviado por la comunidad armenia en el extranjero ha contribuido a la construcción de escuelas, iglesias y otros proyectos de infraestructura, incluso en Nagorno-Karabaj.
El país cuenta con una diáspora numerosa y políticamente poderosa que se ha extendido por todo el mundo tras las masacres de la época otomana, y que en la actualidad se estima en 10 millones de personas, principalmente en Rusia, Estados Unidos y Francia.