Rusia niega tener tropas en la frontera de Ucrania porque sus soldados están a la misma distancia que «Calatayud de Francia»

Rusia considera que no tiene efectivos militares en el cinturón de Ucrania porque están destacados, «en bases a 300 kilómetros de la frontera, la misma distancia que hay entre Calatayud y Francia. ¿Es cerca? Pienso que no», dijo el embajador ruso en Madrid, Yuri Korchagin.

«Rusia se siente amenazada con (los planes de) ampliación de la Alianza Atlántica» y el tratamiento de «enemigo» en documentos oficiales al referirse a su país. «Rusia no ha filtrado ningún documento» a ningún periódico. Rusia es víctima de una «campaña infundada» de los medios de comunicación llena de «falsedades» y, por último, «Rusia tiene motivos para no fiarse de la palabra» de Occidente y exigir compromisos «por escrito» para zanjar esta crisis. Yuri Korchagin expuso el «punto de vista» de su país, que presento como una víctima de las «fake news» y de la política de violación sistemática de tratados de la propia Ucrania, Estados Unidos y la OTAN .

Todo es mentira vino a decir el embajador de Rusia que anticipó que la crisis, al menos, continuará hasta que respondan, «país por país» todos los miembros de la Alianza Atlántica, a la carta con las propuestas conocidas enviadas por el Ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Viktorich Lavrov. En rueda de prensa, Korchagin se preguntó, «No se de dónde han sacado el número de cien mil», en alusión a las tropas rusas que la OTAN calcula desplazadas, en función de las fotografías satelitales que dispone. Preguntado por la cifra exacta, para evitar caer en el error del que hablaba, el embajador, tras mucha insistencia dijo: «Desconozco la cifra».

El recurso de ataque como mejor defensa fue el más utilizado por el diplomático que una y otra vez, insistió. «Rusia no tiene efectivos fuera de su territorio… ¿Dónde están las tropas rusas en Ucrania». El país que los tiene, «es Estados Unidos con 750 bases militares en 80 países». Para el jefe de la Legación diplomática, el clima de tensión creado es fruto de una campaña de desinformación internacional destinada a dar una imagen negativa de su país cuando es Occidente, con Ucrania incluida, los que violan sistemáticamente tratados «como el de Minks», donde se recogía el compromiso de la OTAN de no extenderse por los viejos territorios de la URSS ni en los alrededores de sus fronteras.

«La imagen que se está dando es de una tremenda tensión, de una crisis profundísima, de una amenaza inminente de invasión que va a suceder de un día para otro... Parece que estamos en el umbral de una guerra… Pero Rusia, no tiene ninguna intención de invadir», protestó. «Lo único verdadero -destacó- son los mensajes de Londres para armar a Ucrania..., el envío de Estados Unidos de ocho mil soldados...». Dicho esto, advirtió: »Están llenando Ucrania con instructores, suministrando material bélico" que podría “incentivar dentro de Ucrania aventuras militares fatales para Europa». Una y otra vez, el embajador recordaba: «No es Rusia la que suministra armas, misiles, tanques y blindados» y amenaza, como hacen con ellos, «con respuestas contundentes» si hay una invasión.

En un salón de la imponente Embajada Rusa, Yuri Korchagin justificó el movimiento de tropas que están a la distancia de Calatayud de Francia («296 kilómetros», precisó), «porque somos un país soberano» que está en su derecho de mover su Ejército. Sobre el origen de esta crisis, el embajador estimó que el «humo» creado, esto es, «inflar» el escenario, «para crear pánico» con una «invasión» empezó sobre «noviembre o diciembre», meses en los que se creo este clima de «Rusia agresor» cuando «no hay nada», insistió.

Nosotros somos los que nos sentimos amenazados

«Nosotros somos los que nos sentimos amenazados» porque la OTAN «ha instalado misiles en la frontera cerca de Rusia. Es peligroso», subrayó el embajador que adjudicó a los medios y a las declaraciones y decisiones de la OTAN y de Estados Unidos de este escenario beligerante. «El secretario de Estado (Antoni Blinken) dijo que si Rusia se instalaba en su entorno» en referencia a «Latinoamérica, la respuesta será contundente y rápida», observó como ejemplo. En esa línea, criticó que Washington aplicará un rasero con Rusia y otro consigo misma, al desplazar unidades militares a Ucrania. «Son las tropas de la OTAN las que sí están en Ucrania, no las rusas»

La soberanía de Ucrania para decidir cambiar de socios, renovar tratados o convenios internacionales e intentar, como miembro de la Unión Europea, formar parte de la OTAN, la rechaza Rusia con el argumento de que pondría en riesgo sus fronteras.

El embajador lanzó un mensaje de tranquilidad y paciencia: «Queremos que cada país responda por escrito, no como bloque y que esa respuesta sea vinculante. Vamos a esperar a tenerlas todos. Es una muestra más de nuestra voluntad de diálogo». Preguntado sobre si ya había obtenido algún comentario del Gobierno español, atribuyó el silencio a que la misiva se envió recientemente pero, «esperamos que no se demore mucho».

Sanciones

Molesto con el término y el concepto de «sanciones», algo que «sólo puede aplicar el Consejo de Seguridad» de Naciones Unidas, recordó que las medidas económicas podrían ser un «bumerang» para aquellos países, incluido España, que las aplicaran. Entre otras razones porque saldrían perdiendo más ellos. En el espinoso tema del gas, siguió el mismo principio. «No aplicaría el término de dependencia del gas ruso porque lo que hay es una interdependencia. Lo vemos como una ruta de doble dirección». Dicho esto, destacó la ironía: «Europa es soberana para comprar gas más caro si quiere hacerlo» pero «no es fácil».

Inditex

Un dato llamó la atención. Hay mas de cien empresas españolas en Rusia. «Inditex posee su mayor número de locales en Rusia después de España». Quizás, «competimos con China» pero «confío que no se vean afectadas». Respecto a las condiciones de Moscú, dijo que eran inamovibles y se remitió a la exigencia de su cumplimiento porque así estaba reflejado en los diferentes tratados. «Proponemos, -a la comunidad internacional- que presione a Ucrania para que cumpla los acuerdos de Minks de 2015 que firmó y no cumple». Si lo hace, añadió, «la crisis podría solucionarse rápido»