Guerra Rusia - Ucrania Los «visados de oro», o por qué hay más de 900 oligarcas rusos en Reino Unido
La política de «inmigración rápida» para millonarios inversores evitó el escrutinio a casi mil oligarcas rusos
Popularmente, los llamaban «visados de oro», esos permisos de inmigración accesibles solo para los más adinerados. En realidad, se trataba de un programa fundado en 2008 por el Gobierno británico, con la intención de convertir Londres en el eje de la inversión de Europa, y atraer a extranjeros con dinero.
Su nombre oficial era «visado de Nivel 1»; los solicitantes debían demostrar que poseían al menos dos millones de libras para invertir en Reino Unido, a cambio de un permiso de residencia, y de la posibilidad de adquirir la nacionalidad más adelante. El programa se mantuvo vigente hasta la semana pasada, cuando Priti Patel, ministra británica del Interior, segó esta iniciativa que favoreció a más de 900 oligarcas rusos.
El sistema, que en realidad era una ruta rápida de inmigración para millonarios, siempre estuvo sumido en «preocupaciones» y sospechas de abusos por parte de grupos criminales y de entidades de Rusia, China, y Kazajistán, según el periódico The Times. Los individuos que entraban en Reino Unido por esa vía no se sometían al mismo escrutinio que un inmigrante normal. Como se consideraban personas «de alto valor», su proceso de solicitud era mucho más relajado, y se dejaban pasar factores dudosos como vínculos políticos.
Puerta de entrada para cientos de oligarcas rusos. Durante los 14 años de vida del programa, el principal grupo en beneficiarse de su ruta de inmigración «fast track» fueron los nacionales de China y sus familias, que suman 4.247 solicitantes. Los rusos son los segundos: 900 solicitantes rusos y 1.700 familiares suyos tuvieron éxito en sus solicitudes. Y desde 2015, 202 millonarios adquirieron sus «visados de oro». Adicionalmente, más de 250 familiares suyos recibieron también permisos, mientras que el Gobierno solo rechazó las solicitudes de siete rusos en todo ese tiempo.
Finalizar el programa ayudará a bloquear a «las elites corruptas que amenazan la seguridad nacional», explicó Patel. De hecho, el Ministerio del Interior tiene pendiente la publicación de una evaluación del sistema, que incluye la investigación a 700 millonarios rusos que recibieron sus visados entre 2008 y 2015.
Cuando la crisis de Ucrania estaba despegando, y Europa empezaba su primera ronda de sanciones, la mirada del mundo se giró hacia Reino Unido: ¿acaso no existía un abundante flujo de dinero ruso en Londres? ¿Qué sentido tenía imponer sanciones económicas a Rusia y a Putin, cuando sus oligarcas negociaban con libertad en territorio británico? Hace un mes, los funcionarios del Departamento de Estado de EE. UU. expresaron «consternación y frustración» por el hecho de que el gobierno británico no tomase medidas estrictas contra el movimiento de fondos rusos. Londres llegó a apodarse «Londongrad», en alusión a su gran población rusa.
Un informe publicado en 2020 por el comité de Seguridad e Inteligencia del Parlamento británico señaló que la «explotación» del programa de visados de oro había convertido a Reino Unido en un «destino especialmente favorable para los oligarcas rusos y su dinero». Como conclusión, criticó que «Reino Unido dio la bienvenida al dinero ruso, sin hacer casi o ninguna pregunta sobre el origen de estas considerables fortunas».